Cómo desarrollar líderes desde dentro de la organización
El modelo de aprendizaje de Jesús incluye estos seis pasos.
Después de veinte años en la misma ciudad, dieciséis en la misma iglesia y doce en el mismo empleo, empacamos y nos mudamos a un lugar donde no conocíamos a nadie, para iniciar una iglesia multiplicadora.
La región de Puget Sound del estado de Washington es uno de los rincones menos alcanzados de América. Mientras que muchas partes de los EE. UU. pueden ser llamadas post-cristianas, una mejor descripción de esta área sería precristiana. La mayoría de la gente del lugar no ha rechazado el evangelio, sino que no lo ha encontrado. Sus padres, abuelos y amigos dejaron de ir a la iglesia hace mucho tiempo o nunca lo han hecho. Pero lo que otros vieron como un problema, nosotros lo vimos como un lugar preparado para la esperanza.
Para cumplir nuestra visión de fundar cinco nuevas iglesias en cinco años, tendríamos que ser excepcionalmente competentes en el desarrollo de líderes desde dentro de la organización. No sería fácil, pero sabíamos que Dios nos había llamado a hacer brillar la luz del evangelio en este oscuro escenario.
Jesús dijo, «La cosecha es grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos» (Mateo 9:37-38 NTV). La cosecha sigue siendo abundante hoy en día. Pero los pastores no pueden cosechar solos. Tenemos que levantar obreros.
La mayoría de nuestras primeras reuniones de personal las hicimos en ruidosas cafeterías. A veces, teníamos que esperar a que otro grupo se levantara para poder instalarnos en nuestro «espacio de oficina». El zumbido y el molido de las máquinas formaban el telón de fondo de nuestras sesiones de estrategia y entrenamiento. Las horas que registramos allí hicieron que las tazas de café de 5 dólares parecieran una ganga.
Matt Boots era un especialista en logística para la compañía Starbucks en Seattle, lo que lo llevó a él y a su familia a Puyallup. La iglesia que fundamos, Newhope, estaba en el lugar original donde la fundamos, el Teatro Regal, cuando los Boots llegaron. Matt y su esposa, Lisa, son gente cálida, generosa y enfocados en los demás. Habían sido parte de otra iglesia fundada en Nebraska y comenzaron a asistir a nuestra iglesia como espectadores interesados.
Los invitamos a participar en nuestro proceso de desarrollo de voluntarios y en un grupo comunitario, donde se hizo evidente que su amor por Jesús y por los demás los convertía en excelentes candidatos para dar mayores pasos hacia el liderazgo. Matt pasaría a servir en uno de nuestros campus como director de grupos comunitarios. Aunque manejaba millones de dólares y docenas de personas en su trabajo diario, se sometió humildemente a nuestro proceso de entrenamiento. La fidelidad y el compromiso de la pareja con nuestra iglesia sólo aumentó luego de que Matt y Lisa se ofrecieron como voluntarios.
Recientemente Matt nos dijo con lágrimas en los ojos, que planean regresar a Nebraska para unirse al personal de la iglesia a la que asistieron anteriormente. Nuestra tristeza al verlos partir se empequeñeció al lado de nuestra emoción al verlos liderar. Creemos en mantener a nuestros voluntarios lo suficientemente cerca como para invertir en su vida, a la vez que les damos la suficiente libertad como para dejar que Dios los lleve a donde quiere que vayan.
Nuestras iglesias comparten tres valores: 1) Jesús es el Señor. 2) El pastor principal es un mentor. 3) Entrenamos a los voluntarios para el trabajo del ministerio. Nuestra estrategia es desarrollar voluntarios desde dentro.
La única persona en la historia del mundo que podría haber hecho el ministerio solo, no lo hizo. Jesús construyó un equipo. No dijo, «Apártense y déjenme hacer lo mío». Dijo: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!» (Mateo 4:19 NTV) El apóstol Pablo emuló este enfoque de equipo. De hecho, dijo que el papel de un pastor es preparar al pueblo de Dios para hacer Su obra y construir la Iglesia (Efesios 4:12).
Eso no es menos cierto hoy en día. Cada miembro del Cuerpo es un potencial obrero de la cosecha. Nuestro trabajo es poner las herramientas adecuadas en sus manos. Las siguientes son seis maneras de cómo lo hacemos en Newhope:
1. Rampas de acceso fáciles
He hablado con varios pastores que están luchando por aumentar sus equipos de voluntarios. En la mayoría de los casos, las oportunidades de desarrollo de sus iglesias son irregulares o inexistentes.
No podemos hacer que crezca la gente que no tenemos. Debemos crear rampas de acceso fáciles para reclutar y entrenar. Ofrecer un tiempo, lugar y proceso trae claridad. Esa claridad le dará confianza a su equipo, y los voluntarios seguros de sí mismos se convertirán en imanes para atraer a otros voluntarios.
En Newhope, nos reunimos una vez al mes (actualmente por video conferencia) para una noche de Todo el Equipo de Liderazgo (ALT por sus siglas en inglés) con pastores, directores y cualquier voluntario y nuevo recluta que esté disponible. Esto implica el desarrollo del liderazgo, la proyección de la visión, la capacitación teológica, los momentos de conexión con el equipo del ministerio y un tiempo de cierre en adoración y oración.
Estas oportunidades de desarrollo de voluntarios regulares crean un cuadro claro de la cultura de Newhope, recuerdan a cada campus que somos una iglesia en múltiples lugares, y aclaran que somos parte de algo mucho más grande que nuestro campus individual.
2. Intencionalidad
Si no vamos a algún lugar con propósito, terminamos yendo a algún lugar por accidente. Una cultura que multiplica los voluntarios no se creará a sí misma. Ni la gente, ni las iglesias se dejan llevar por la intencionalidad, la profundidad o la salud. Pero a menudo se desvían de ella. El escritor de Hebreos 2:1 dice: «Así que debemos prestar mucha atención a las verdades que hemos oído, no sea que nos desviemos de ellas». Tenemos que ayudar a nuestros voluntarios a terminar en algún lugar con propósito.
Que los siguientes pasos que identifiques sean claros y específicos para su desarrollo. Esto establece un marco desde el cual comenzar. Trabajen juntos para establecer objetivos para los voluntarios, adaptándolos según sea necesario a medida que avancen.
Pocas personas terminan desarrollándose exactamente de la manera que podríamos haber previsto. Algunos progresan rápidamente, mientras que otros requieren más tiempo y compromiso ministerial antes de convertirse en contribuyentes fructíferos.
En Newhope, aplicamos lo que llamamos el principio de «flexión». En pocas palabras, flexibilidad estructurada. Fijamos los objetivos de crecimiento y desarrollo con un año de antelación y luego comprobamos su progreso cada tres meses. Esto proporciona la cantidad adecuada de espacio para la comunicación, la retroalimentación y los ajustes. La evaluación mensual o semanal sería demasiado, mientras que la evaluación sólo una o dos veces al año no permite suficiente tiempo para el mentorado.
Uno de los beneficios de desarrollar líderes desde dentro de la organización es que ya han elegido hacer de esta iglesia su hogar, han empezado a hablar el idioma y están adoptándose a su cultura.
Ir a algún lugar con propósito significa aclarar de quién es el trabajo de reclutar nuevos voluntarios. La respuesta es simple: la de todos. Crear una cultura que invite a todos a reclutar nuevos miembros del equipo expande enormemente su alcance. La expectativa de que los pastores construyen equipos se convierte en una de las iglesias construyen equipos. Hay más miembros en la iglesia que pastores.
La única persona en la historia del mundo que podría haber hecho el ministerio solo, no lo hizo.
- ¿Quién no está en tu equipo que debería estar? Oramos que Dios nos de ojos para ver a las personas de la manera en que Él las ve, incluido el reconocimiento de sus dones y potencial.
- ¿Quién les preguntará? Alguien tiene que tomar las riendas y hacer la pregunta.
- ¿Cuándo le preguntarás? Planificar una fecha aumenta la responsabilidad.
- ¿Qué dijeron? Reportar permite que los líderes sepan quien ha sido abordado y cual ha sido su respuesta.
- ¿Cuándo comienzan? Sí dijeron «sí», están invitados a asistir a un evento ATL y ser aprendices de un líder. Si respondieron que «no», regresamos al paso uno y buscamos a otros.
Cuando no tenemos un proceso claro para desarrollar voluntarios desde dentro de la organización, estamos esencialmente decidiendo por ellos que no pueden ser parte de la misión de Dios a través de nuestra iglesia. No digas «no» a alguien por no preguntar.
Jesús vino a buscar y salvar a las personas, no a los programas. Las personas eran su misión, y también son nuestra misión. Nuestro objetivo debe ser desarrollar a las personas como la Iglesia, no sólo en la iglesia. Atravesar la pandemia nos dio un asiento en primera fila para la gente que se presenta como la Iglesia, fuera del edificio de la iglesia.
Esto de ninguna manera minimiza el valor de reunirse en la iglesia. Hay expresiones del cristianismo que se experimentan mejor en entornos corporativos. Pero cuando desarrollamos personas para que vayan y hagan discípulos dentro y fuera de la iglesia, el trabajo del Reino puede continuar aún cuando no podamos reunirnos en persona.
3. Una visión clara y convincente
Una pregunta crítica que debemos hacer mientras desarrollamos voluntarios desde dentro de la organización es esta: ¿Es nuestra visión clara y convincente? Podemos tener una visión clara que no es convincente y una visión convincente que no es clara.
Una visión clara es sencilla y fácil de recordar. Sencilla no significa simplista. Una visión convincente le recuerda a tu gente que cada oración que hacen, cada dólar que dan, cada hora en que son voluntarios, cada iglesia que abren lanza un salvavidas a un mundo que se ahoga. Unirse a Jesús en su misión de buscar y salvar a los perdidos es claro y convincente y hace que nuestros voluntarios se centren en el exterior.
¿Está clara tu visión para tus voluntarios? ¿Está escrita y se destaca regularmente?
Puede parecer obvio para ti, pero ¿es clara y convincente para los voluntarios y los potenciales voluntarios? ¿Les inspira a unirse al trabajo del Reino?
4. Celebración
Celebra los momentos de victoria, sean grandes o pequeños. No sólo anima los jonrones; celebra los bateos que llevan a las bases. La gente quiere saber que sus contribuciones están marcando la diferencia. Y lo que celebramos, la gente lo replica.
Resalta lo que quieres, no lo que no quieres. ¿Hay gente llega regularmente tarde? En vez de ofrecer otra conferencia sobre la puntualidad, celebra a las personas que llegan temprano. Por ejemplo, podrías decir, «Ana, quiero agradecerte por cómo modelas la cultura que intentamos crear aquí».
5. Oportunidades para servir
No perdemos influencia al compartirla; ganamos más. Hace unos años, formaba parte de un panel de pastores cuando alguien preguntó: «¿De qué se arrepiente acerca de sus primeros años de ministerio?»
Después de pasar por una larga lista en mi mente, llegué la conclusión: Compartiría más el micrófono y mi influencia. No sé si fue por inseguridad, inmadurez o falta de conocimientos, pero tenía la falsa idea de que mi voz se vería disminuida si dejaba que otras personas tomaran el micrófono o lideraran. Mi visión del liderazgo era estrecha y necesitaba expandirse. Sabía que un mariscal de campo no podía hacer la jugada, bloquearse a sí mismo, lanzar y atrapar el balón, pero actuaba como si no necesitara un equipo a mi alrededor. Cuando empecé a crear espacio para los demás y me di cuenta de que la carga era mucho más ligera, me pregunté por qué había tardado tanto.
En vez de menospreciar a nuestra gente, los invito y empodero a hacer cosas que están un poco más allá de su capacidad actual. Se convertirán en tareas. Muchos querrán un desarrollo continuo, especialmente cuando descubran que liderar a la gente no es tan fácil como podrían haber pensado.
Exponer a nuestros voluntarios que tienen más capacidad a las oportunidades de desarrollo de los ministerios los expande y en última instancia, expande el reino de Dios. Nuestra fraternidad tiene acceso a excelentes plataformas de formación y entornos de desarrollo, desde la Red de Multiplicación de Iglesias hasta nuestras universidades de las Asambleas de Dios.
Recientemente hablé con un pastor que recibió un gran apoyo de su red del distrito mientras atravesaba por un desafío ministerial especialmente difícil. Me recordó que a menudo no reconocemos nuestra necesidad de un escudo hasta que las flechas empiezan a volar. Además, un escudo no te protege a menos que te quedes detrás de él. Los beneficios de las credenciales de las Asambleas de Dios, con su rico fundamento teológico, la contextualización cultural del evangelio, y la estructura de apoyo, me dan una gran razón para tener esperanza. Tenemos un lugar para señalar a las personas que muestran interés en dar pasos hacia el desarrollo del ministerio.
Estas son algunas de las razones por las que los pastores pueden fallar al desarrollar voluntarios:
- Son impacientes. Requiere tiempo y las personas crecen despacio.
- Carecen de margen. El peso de prepararse para el ministerio de fin de semana consume su tiempo.
- Son inseguros. La idea de que otras personas ganen las amenaza.
- Se han rendido. Han intentado desarrollar voluntarios, pero algo salió mal. Ellos no saben si tienen la energía emocional para intentarlo de nuevo.
- Están abrumados. Simplemente no saben dónde o cómo comenzar.
Estos problemas son reales, y puedes sentir que te paralizan. Sin embargo, no son insuperables. Encuentra a alguien que pueda ser tu mentor y así como eres mentor de otros y los desarrollas.
El mentorado puede ocurrir de cerca o de lejos. Puedes aprender de un líder en otra ciudad, o incluso de la enseñanza en un libro o podcast. Si no tienes una relación personal con tu mentor, encuentra a un amigo al que le rindas cuentas de seguir lo que estás aprendiendo.
La clave es dar el primer paso, y luego seguir adelante. Los voluntarios no caen del cielo. Debes hacer el trabajo de desarrollarlos.
6. Experiencias de aprendizaje
Dios ha creado a cada persona de su iglesia con algunos estilos de aprendizaje compartidos, pero únicos. Lo que funciona bien para uno puede ser menos efectivo para otros. Sin embargo, en última instancia, el objetivo es que la gente pase de la teoría a la práctica. Muchas de las mejores plataformas de aprendizaje son activas y se experimentan en tiempo real.
Cuando nuestra experiencia pasa de la teoría a la práctica, el aprendizaje se vuelve pegajoso. Los momentos de descubrimiento comienzan a inspirar confianza y fe. La gente que una vez cuestionó sus capacidades gradualmente cambia hacia la confianza.
Imaginen enseñar a dos grupos cómo atrapar un pez. El primer grupo se reunió en un aula donde escucharon sobre el equipo, las técnicas de lanzamiento y los sentimientos que tendrían cuando finalmente engancharan un pez. El segundo grupo hizo un viaje de pesca guiado, donde aprendieron la misma información mientras pescaban.
¿Qué grupo aprendería más? Obviamente, el grupo que tenía la experiencia activa y práctica.
Cuando proporcionamos un marco para el entrenamiento teológico, ofrecemos un desarrollo de liderazgo continuo, y comprometemos activamente a los voluntarios en experiencias de ministerio en tiempo real, haremos discípulos que hagan discípulos. Este es el modelo de aprendizaje de Jesús, quien dijo: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!»
Jeffery Portmann, D.Min., es el pastor principal en Newhope Church (Assambleas de Dios) en Puyallup, Washington. Tiene cinco campus en la región de Puget Sound, Newhope existe para presentar esperanza y desarrollar a las personas.
Este artículo aparece en la edición de julio/agosto de 2020 de la revista Influence.
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