La comunidad de convertidos
Las mejores prácticas de las iglesias que crecen gracias al evangelismo.
Kevin lidera una pequeña iglesia que da la sensación de ser una familia extendida. A menudo la gente se reúne para disfrutar de actividades y comidas. A veces los grupos pequeños se reúnen, pero la mayoría de las reuniones son para toda la congregación.
Aunque Kevin siente pasión por la evangelización, pocas personas en la iglesia tienen esa misma visión. A los miembros les encanta el ambiente familiar y realmente no les interesa convertirse en una iglesia más grande. Ven a las iglesias orientadas a quienes buscan donde congregarse como iglesias superficiales, y el evangelismo moderno como algo intrusivo y vacío. Pero ellos nunca dirán esto porque, ¿quién hablaría públicamente en contra de alcanzar personas que no conocen a Jesús? Pero esa es la realidad. Kevin no sabe con seguridad qué debe hacer.
Bill encara una situación diferente. Él dirige una iglesia grande con muchos programas para muchos tipos de personas en etapas muy diferentes de la vida. La iglesia tiene un ministerio para hombres y un ministerio para mujeres, una clase de Escuela Dominical para personas retiradas, una clase de Escuela Dominical para personas que apoyan las misiones y una clase de Escuela Dominical para familias jóvenes. El liderazgo hace una gran obra con la consejería premarital, y la iglesia tiene un sistema de grupos pequeños bien desarrollado.
Sin embargo, Bill cree que su iglesia grande ayuda a muy pocas personas a venir a Cristo. La iglesia ha probado varios programas y actividades de evangelización. La congregación solo ha visto unos pocos convertidos, ha tenido alguna temporada de algunas conversiones, pero siempre parece volver atrás, al modelo conocido. Gran parte de las personas siguen enfocadas en lo que sucede dentro de la iglesia y en los programas de la iglesia que están diseñados para los creyentes.
Bill quiere un cambio, pero no tiene ni idea de cómo hacerlo y no es porque no lo haya intentado. Todos los años él predica una serie de sermones de evangelismo y anima a la congregación a invitar a los amigos. Casi nadie lo hace.
Hace unos años, Bill intentó hacer una transición que orientara la iglesia a prestar más atención a los que buscan donde congregarse. Pero dejó de hacerlo cuando surgieron desacuerdos por causa de los diferentes estilos de adoración y la relativa proporción entre himnos y coros contemporáneos. Unos cuantos líderes le dejaron saber que a ellos les preocupaba que el discipulado sufriera si la iglesia adoptaba un enfoque más evangelístico.
¿Se relaciona usted con alguna de estas luchas? ¿Se ha sentido usted atrapado u obstaculizado en sus esfuerzos de evangelización?
Los líderes de las iglesias quieren obedecer el mandamiento de Jesús: «Id y haced discípulos» (Mateo 28:19). Pero ¿lo estamos logrando? ¿Y cómo podemos mejorar? Como director del Billy Graham Research Institute en Wheaton College en Illinois, he pasado mucho tiempo intentando contestar esas preguntas. El instituto se asoció a la investigación de LifeWay para dirigir una encuesta en línea entre 2,000 personas que no asisten a la iglesia a lo largo de Estados Unidos. Estas personas representaban diversas regiones, etnias y comunidades. También hicimos una encuesta por teléfono entre 4,500 iglesias protestantes. Por último, dimos un seguimiento al entrevistar a 60 pastores y a 60 miembros que antes no asistían a iglesia alguna. Todos estos pertenecían al 10% de las congregaciones que más crecen por medio del evangelismo. Esta investigación nos dio datos y entendimientos extraordinarios.
Nuestra investigación reveló que 90% de las iglesias en Norteamérica están estancadas, están declinando o creciendo principalmente a expensas de las transferencias de otras iglesias. Básicamente la gran mayoría de las iglesias en Norteamérica participan en el juego de suma cero. La mayoría de los pastores han buscado una manera de mejorar sus testimonios y ganar almas para Cristo en vez de solo mover a las personas entre las iglesias, pero no hay señales de lograr una mejoría.
No hay una panacea, pero tal vez podamos aprender algo del 10% de las iglesias en Norteamérica que están creciendo primordialmente por hacer discípulos que a su vez hacen discípulos. Les llamamos comunidades de convertidos. Que vengan personas a Cristo y experimenten un cambio de vida es algo que sucede con regularidad en estas iglesias. El 10% de sus asistentes regulares han llegado a Cristo durante el año pasado.
La noticia realmente buena es que encontramos estas comunidades de convertidos en iglesias grandes y pequeñas, en iglesias urbanas, suburbanas, en áreas rurales y entre diversas etnias y ambientes raciales. Mi conclusión, que se basa en las amplias investigaciones y experiencias en la práctica al aplicar la investigación, es esta: cualquiera que sea su contexto y tamaño, usted también puede llegar a tener una comunidad de convertidos.
¿Qué están haciendo estas iglesias que usted también pudiera hacer? Encontramos diez factores predictivos que caracterizaron las comunidades de convertidos.* Considere cuáles de los factores están arraigados en su iglesia. ¿Dónde su iglesia es más fuerte? ¿Qué necesita para fortalecerla o colocarla en su lugar?
Estas son características predictivas. Si usted encuentra factores predictivos en las investigaciones, ha encontrado oro puro debido a su alto nivel de confiabilidad. Nosotros descubrimos esto por medio de un análisis de regresión, un método que controla cada variable para ver el impacto que este tiene. Luego de esto, veamos tres hallazgos importantes:
Primero, los líderes de una comunidad de convertidos evangelizan intencionalmente y propagan su fe, incluso reservando tiempo en su agenda para hacerlo. Estos líderes modelan la intención que ellos esperan que los demás imiten. Y la gente se da cuenta. La congregación no solo se sienta tranquilamente en su silla y anima a sus líderes. Ellos imitan a sus líderes y se esfuerzan para presentar su fe.
Segundo, estas iglesias participan en sus comunidades; no solo proclaman el evangelio, sino que además satisfacen las necesidades. Ellos proclaman y demuestran las buenas nuevas y sus resultados. Si solo hicieran uno o lo otro, no serían tan eficientes en evangelizar a las personas.
Por último, y quizá esto sea lo más importante, las iglesias que hoy están evangelizando personas son intensamente hospitalarias para con los que no tienen iglesia. Los que visitan saben que los estarán esperando, que los quieren y que los incluyen. Saben que los miembros de la iglesia son capaces de contribuir con algo a la vida de la comunidad.
Reducimos todo esto a una sencilla ecuación: Líderes misionales + Congregación misional = Comunidad de convertidos.
Las congregaciones que siguen este modelo están creciendo, transformando vidas, haciendo discípulos e influyendo en sus comunidades. Los líderes misionales modelan un alcance personal. Forman amistades, inician conversaciones espirituales, presentan su fe cuando tienen la oportunidad de hacerlo e invitan personas a la comunidad cristiana en el momento oportuno. En el ministerio que dirigen también integran la preocupación por el evangelismo. Estos líderes animan a los miembros del personal a participar en la evangelización y a practicar la hospitalidad con los no creyentes.
Pero las comunidades de convertidos no solo tienen líderes misionales. Ellos también tienen prácticas misioneras que caracterizan a la congregación como un todo. Juntos crean una cultura en la que se relacionan con personas fuera de la iglesia, traen a esas personas a la iglesia y extienden una hospitalidad espectacular a los visitantes. Tales congregaciones tienen un ADN de extensión, invitación y hospitalidad. Desde servicios semanales de adoración hasta actividades para jóvenes, ministerios para niños y evangelismo de compasión, esta cultura relacional que invita y brinda hospitalidad caracteriza todo lo que hace la congregación.
Basado en nuestras investigaciones que identificaron las mejores prácticas y luego las aplicaron mediante equipos de pastores en cientos de iglesias, creo que cada iglesia puede convertirse en una comunidad de convertidos.
Entonces, ¿cómo desarrollamos líderes y congregaciones misionales? Esto comienza con un renovado enfoque en la Gran Comisión.
La iglesia Hill Country Bible en Austin, Texas, es un gran ejemplo del desarrollo de los líderes con una misión que es parte de la ecuación. La iglesia, que tiene varias sedes, ha fundado docenas de otras iglesias. Los líderes también ayudan a las iglesias a lo largo de la ciudad a organizarse para alcanzar personas en Austin. A pesar de todo esto, el pastor principal Tim Hawks no estaba satisfecho con el impacto de la iglesia en el evangelismo.
La iglesia no era una comunidad de convertidos, aunque había probado muchas maneras para lograrlo. Los líderes de la iglesia sabían que ellos necesitaban movilizarse y liberar a su gente, pero no estaban seguros de cómo hacerlo. Hawks y Chuck Barber, su líder para influir en la evangelización, se unieron a un grupo de pastores y durante los últimos dos años han visto un progreso increíble.
¿Qué hicieron? Primero, Hawks comenzó a servir como un modelo de evangelismo que otros pudieran imitar de una manera más intencional y enfocada. Los pastores tienen muchas maneras únicas en su profesión de interactuar con las personas, tales como ministrar en los funerales, bautizar, oficiar en las bodas y predicar los domingos. Ninguno de la congregación podría imitar estas formas de evangelización. Así que, si los pastores quieren que las personas los imiten, lo cual es la única manera en la que captarían el evangelismo, entonces necesitan alcanzar personas en sus vecindarios y comunidades de modo que su gente se pueda reproducir.
Es asombroso ver cómo el alcance personal de los pastores se convierte en algo mucho más vibrante cuando los amigos en el grupo los animan un poco. En nuestro caso, estos amigos pertenecen al grupo de pastores. No importa cuánto los pastores valoren el evangelismo personal y el testimonio, es fácil perder este valor en medio de la vida de un liderazgo ocupado y demandante, además de la gran tarea de dirigir una iglesia.
Hawks sintió que él se había desviado de la misión. Así que hizo un nuevo compromiso para formar puentes de relaciones en su vecindario y prestar más atención a cómo Dios trabajaría entre las personas sin iglesia que lo rodeaban.
Gracias al ánimo que le dimos, Hawks reclutó a Barber para que lo ayudara a pasar a la congregación un estilo de vida de evangelismo. En aquel entonces Barber estaba encargado de los grupos pequeños, pero también sentía una gran carga en cuanto al alcance. Realmente quería ver que cada congregante se convirtiera en una persona comprometida en alcanzar y bendecir a los no cristianos en todas las esferas de su influencia.
Hawks y Barber presentaron esta misma visión al equipo de líderes de la iglesia y comenzaron a dar pasos intencionales para hacerlo una realidad. El equipo se reúne cada 30 días para hablar sobre su vida de predicación. Pidieron que los líderes evaluaran su pasión por alcanzar a las personas sin iglesia en una escala del 1 al 10. También pidieron que intercambiaran las historias de conversaciones espirituales que tuvieran con los no creyentes.
Tal vez usted piense que esta manera de rendir cuentas acerca de los testimonios a los incrédulos podría ser incómoda, y es posible que al principio se sienta un poco incómodo. Pero ahora se ha convertido en el punto sobresaliente de las reuniones de liderazgo. Sin rendir cuentas directamente, de manera inspiradora y con amor, la gente no cambia.
Luego de proveer inspiración, responsabilidad e instrucción sobre cómo entablar conversaciones espirituales y planear un alcance más intencional, Hawks y Barber están viendo resultados. Toda la cultura del liderazgo está cambiando. El año pasado, 17 de sus líderes clave guiaron a 51 personas a Cristo.
Este cambio representa un adelanto radical. Esta iglesia lo anhelaba, pero los miembros no tenían una senda que seguir. Ahora están caminando por una senda de evangelismo y alcance, y Dios los está bendiciendo.
En la ecuación sobre la congregación misional, yo pienso en la Iglesia Constance Evangelical Free justo al norte de Minneapolis. El pastor principal, Randy Discher, y el líder de influencia de evangelización, Sean McDowell, se asociaron para hacer que cinco prácticas misioneras clave se enraizaran en toda la congregación. Nosotros les llamamos las prácticas BLESS [Bendición], fundadas en la promesa de Dios a Abraham de que Dios cumpliría Su misión, bendiciendo a Abraham, y que luego bendeciría a todas las naciones de la tierra mediante Abraham. Las cinco prácticas misioneras son:
- Comience con oración: Ore por y con personas que no tienen iglesia.
- Escuche: Pase tiempo escuchando a las personas y aprenda sobre sus historias espirituales.
- Coma: Desarrolle una relación al compartir alimentos.
- Sirva: Satisfaga las necesidades de otros, y permita que ellos satisfagan las suyas.
- Historia: Cuente la historia de su fe y la historia de Jesús.
Cualquiera puede hacer estas cosas, no importa dónde viva, trabaje, estudie o juegue. Estos sencillos pasos hacen el evangelismo factible y motivador para las personas comunes en nuestras iglesias.
La Iglesia Constance persigue de todo corazón estas prácticas, motivan y equipan a toda la gente y, como toda una iglesia, evangelizan a la comunidad. Cuando los líderes tomaron esta senda, sintieron el enorme reto de hacer una oración de fe para, confiar en Dios, para guiar a 50 personas a Cristo por medio de la congregación.
Desde que la iglesia cambió totalmente su cultura, la congregación vio a 272 personas venir a Cristo el año pasado. La mayoría de estos convertidos siguen asistiendo y están creciendo en Cristo y con la congregación. Con una asistencia semanal de 1,500 personas, ahora la iglesia se ha convertido en una comunidad de convertidos. Se ha comprometido a seguir por esta senda durante un largo término.
Yo podría contarles muchas más historias. Pienso en una congregación hispana de las Asambleas de Dios, en Boston, que durante estos últimos años se han convertido en una comunidad de convertidos, y también en una pequeña iglesia metodista en Portland, Oregón, que se ha relacionado con su comunidad y ha visto un poderoso aumento en las conversiones. La lista continúa.
Hemos visto esta clase de cambio en todos los tamaños de iglesia, de todas las etnias, en todo contexto, urbano, suburbano y rural. Basado en nuestras investigaciones que identificaron las mejores prácticas y luego las aplicaron mediante equipos de pastores en cientos de iglesias, creo que cada iglesia puede convertirse en una comunidad de convertidos.
Usted también podrá ver la transformación de su iglesia si confía y busca a Dios, si alcanza a los que no conocen a Cristo y se dedica a la ecuación de la comunidad de convertidos al desarrollar las prácticas de los líderes y las congregaciones con una misión.
No hay una sola fórmula propicia para todos los casos. Pero sí hay una senda y un proceso para cambiar el ADN de su congregación. ¿Quiere usted convertirse en una comunidad de convertidos? Yo creo que usted sí puede.
*Las principales diez características predictivas para comunidades de convertidos
- Los miembros invitan, incluyen y dejan participar a los que están sin iglesia.
- Los líderes enseñan con regularidad una clase sobre los próximos pasos.
- Los líderes asisten con regularidad a entrenamientos de evangelismo (P. ej. el grupo pastoral misional)
- Los líderes, de manera regular y personal invitan a las personas a venir a Cristo.
- La iglesia invierte finanzas en misiones y evangelismo.
- Las personas (no solo los pastores o profesionales) están evangelizando y presentando su fe.
- Los líderes hablan en términos comprensibles para los que no asisten a la iglesia y se aplica su vida.
- El ministerio de la iglesia atrae a la comunidad.
- La cultura de la iglesia atrae a las personas que vienen de otras iglesias, así como a los que no tienen iglesia.
- Los líderes reservan tiempo para participar de manera personal en el evangelismo fuera de la iglesia.
De You Found Me [Me encontraste] por Rick Richardson. Copyright © 2019 por Richard Cl Richardson III. Usado con permiso de InterVarsity Press, www.ivpress.com.
Dr. Rick Richardson es profesor de evangelismo y liderazgo en Wheaton College en Illinois. Él dirige Church Evangelism Institute [Instituto de Evangelismo de la Iglesia] para el Centro Billy Graham y es el autor de You Found Me: New Research Showing How Unchurched Nones, Millennials, and Irreligious are Surprisingly Open to Christian Faith [Me encontraste: Una nueva investigación que muestra cómo los sin iglesias, los milenarios e irreligiosos están abriéndose sorprendentemente a la fe cristiana].
Este artículo apareció originalmente en la edición enero/febrero 2020 de la revista Influence.
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