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Cómo Comenzar a Recalibrar tu Iglesia

Cualquier iglesia puede avanzar hacia una mayor eficacia

Mi madre falleció el 28 de febrero del 2018 a la edad de 96. Pocos días después, nos reunimos con unas personas que apreciamos en Sour Lake, Texas, para realizar un servicio celebrando la vida y el servicio de mi madre en la primera iglesia pequeña que papá y mamá pastorearon.

Cuando entré a Praise Chapel aquel día, me inundaron los recuerdos al punto de abogiarme. Todavía es un edificio muy pequeño, con un santuario que acomoda aproximadamente a 90 personas. Pero el tamaño del edificio oculta su trascendencia. Dentro de sus humildes pies cuadrados, poderosas señales espirituales ocurrieron en mi vida.

Me paré en el santuario, sintiendo una mezcla de gozo y pérdida mientras revivía los eventos que continúan formando lo que hoy día soy. Ví el altar donde recibí a Jesús como mi Salvador personal a la edad de 6 años. Vi el piano. El pastor dijo que no era el mismo piano de mi niñez, pero realmente se parecía al que yo tocaba cuando crecía.

Solo tenía 8 años cuando me convertí en el pianista de la iglesia. Recuerdo que trataba de decirle a mi papá que yo no estaba calificado porque solo sabía tocar una canción. El me aseguró que podía acompañar a la congregación con esa canción y ellos cantarían las otras canciones a cappella.

Cuando el Pastor Cody Morgan comenzó a guiar nuestros recuerdos de mamá, él tomó una planta pequeña de un macetero como un ejemplo y comenzó su mensaje leyendo 1 Corintios 3:6-7: “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.” (RV1960).

Habló de cómo mamá y papá sembraron semillas durante los 22 años que sirvieron como pastores en ese pueblo pequeño, en esa iglesia pequeña. La gente estaba esparcida, el dinero era escaso, y eran pocos los reconocimientos. Pero mis padres nunca se rindieron. Por su fidelidad, las semillas que sembraron producieron una gran cosecha que literalmente impactaron al mundo.

Mi hermana y yo sentimos el llamado de Dios al ministerio en esa pequeña iglesia. Otro ministro envió un video de aprecio para mamá y papá reportando que por la influencia de ellos en su vidas y la bendición de Dios en su programa televisivo internacional, más de 4,000 personas al mes están recibiendo a Cristo.

Mientras la gente compartía testimonios sobre el ministerio en ese pequeño pueblo, en esa iglesia pequeña, fue aparente que la cosecha que Dios les había dado hizo que todos los sacrificios e inversiones de mis padres valieran la pena eternamente.

Nunca más,” dijo el pastor Morgan a la pequeña audiencia, “quiero que vean las cosas pequeñas como insignificantes. Cuando usted pone esas cosas pequeñas en las manos de un Dios grande, Él hará cosas significantes.”

No podía estar más de acuerdo. También compredí un principio básico que el Pastor Morgan no mencionó esa mañana: Algunas veces rehusamos dejar esas cosas pequeñas en las manos de nuestro gran Dios. Y necesitamos redescubrir esa dependencia.

Para recalibrar debemos reevaluar

Las iglesias pequeñas como Praise Chapel que sirven a nuestras comunidades a través de nuestra nación están viendo gran resultados del Reino. Pero también hay iglesias pequeñas que están luchando.

Primero, permítame recordarles que en esta década entrante al segundo siglo de nuestra fraternidad, todavía estamos cimentados en la iglesia pequeña de la comunidad. Si permites en tu conocimiento lo que Dios está haciendo a través de las Asambleas de Dios al enfocarte en nuestras iglesias grandes, pasarás por alto ese panorama providencial.

El siguiente cuadro provisto por mi colega, el Dr. Michael Clarensau, decano del Colegio de los Ministerios Bíblicos y Eclesiales de la Universidad Southwestern de las Asambleas de Dios en Waxahachie, Texas, muestra la distribución de la asistencia dominical de acuerdo a los varios tamaños de iglesia y al porcentaje de la asistencia dominical total para cada grupo.

En las Asambleas de Dios de los Estados Unidos, el 14 por ciento de nuestras iglesias se encuentran en comunidades con menos de 1,000 residentes; el 33 por ciento está en pueblos con una población debajo de 5,000; y casi la mitad (el 46 por ciento) está en pueblos con una población debajo de los 10,000.

¿Cómo, entonces, avanzamos para fortalecer nuestras iglesias existentes mientras plantamos otras nuevas? Si creemos en Dios por una iglesia saludable y llena del Espíritu en cada comunidad, necesitamos comenzar a evaluar nuestras realidades actuales. Los milagros siempre son precedidos por luchas y problemas. Sin los problemas, no hay necesidad de milagros.

Primero, necesitamos un milagro que revierta la continua decadencia de la salud eclesial. El porcentaje de iglesias estancadas y en decadencia ha estado aumentando a comienzos de los 1990 y actualmente está en su máximo nivel por casi cuatro décadas. Sólo 3 de cada 10 iglesias de las Asambleas de Dios en los Estados Unidos están creciendo mientras que el 70 por ciento está estancado o en decadencia.

A través de los últimos 30 años o más, las tendencias de estar estancados y en decadencia han afectado mayormente a las iglesias pequeñas y medianas. En las iglesias de las AD con menos de 200 personas en asistencia, les toma a casi siete feligreses producir un convertido cada año (una proporción que ha aumentado constantemente a través de las útilmas dos décadas).

Segundo, necesitamos un milagro para revertir un continuo descenso en el discipulado personal. Las iglesias grandes (1,000+) reportan casi un 50 por ciento de todas las conversiones de la fraternidad, con megaiglesias (2,000+) que son parte del 38 porciento. Sin embargo, los nuevos convertidos que asisten a iglesias de menos de 200 tienen el doble de probabilidades de buscar el bautismo en agua y significativamente son más propensos a buscar el bautismo en el Espíritu Santo.

¿Por qué estamos experimentando estas dificultades? Entre otras cosas, somos conscientes de la batalla continua con nuestro adversario que viene a robar, matar y destruir (Juan 10:10). Pero las raíces espirituales se expresan a través de lo mundano y lo material.

Nuestra cultura presenta desafíos crecientes para la asistencia fiel a la iglesia. Por ejemplo, hubo un momento en que las escuelas no programaban eventos los miércoles o domingos para evitar conflictos con los servicios de la iglesia. Ese ya no es el caso. Los equipos escolares ahora salen de viaje los fines de semana, y las familias jóvenes que alguna vez asistían los domingos ahora viajan para ver a sus hijos jugar en sábado.

Según un informe reciente del Grupo Generis, una empresa de mercadotecnia canadiense, "la investigación indica que los feligreses fieles que asistían tres o cuatro veces al mes [hace 10 o 15 años] ahora asisten menos de dos veces al mes." Esto tiene un efecto radical en las cifras semanales de asistencia en la iglesia.

Considere una iglesia hipotética de 1,000 "asistentes activos", es decir, personas que asisten al menos una vez al mes. El Escenario 1 muestra la asistencia a la iglesia hace 15 años atrás, cuando el 80 por ciento de los adherentes asistían al menos tres veces al mes.

El escenario 2 representa a la misma iglesia 15 años más tarde, cuando el 75 por ciento de sus adherents asisten dos veces al mes o menos.

Durante 15 años, la cantidad de asistentes activos se ha estancado en 1,000, ¡pero la asistencia semanal ha disminuido en un 37 por ciento! ¡Todo porque el feligrés promedio asiste dos veces al mes o menos en lugar de tres veces al mes o más!

Tenemos que ser conscientes de cómo estos cambiantes patrones de asistencia a la iglesia afectan nuestro balance final, pero no creo que debamos aceptarlos como normativos.

Recalibrar prosigue a un nuevo compromiso

Cualquier iglesia puede avanzar hacia una mayor eficacia. Pero al hacerlo se exige un rechazo a la condición actual. Si su iglesia está perfectamente feliz donde está, usted no se irá a ningún otro lugar.

Una iglesia que busca desesperadamente pasar del estancamiento y descenso hacia un avivamiento y expansión debe cambiar su forma de pensar, particularmente en relación a varias presuposiciones falsas sobre la recalibración. Si el enfoque predominante de la recalibración es el esfuerzo humano, cualquier cambio resultante será de corta duración e inefectivo. La recalibración dirigida por Dios debe incluir cinco cosas: renovación spiritual, liderazgo piadoso, visión fresca, equipo de ministerio, y un constante proceso.

La iglesia del primer siglo comenzó con la renovación espiritual, el encuentro de Pentecostés. Según Hechos 2:4, "todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu Santo les daba que hablasen."

Aquellos que presenciaron el tremendo despliegue del poder de Dios comenzaron a preguntar: “¿Qué significa esto?” El liderazgo piadoso proporcionó la respuesta. En respuesta a su pregunta, Pedro les explicó lo que estaba sucediendo: “Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel.” (Hechos 2:14-16).

Después de que Pedro terminó su discurso poderoso, la pregunta cambió de "¿Qué significa esto?" a "¿Qué debemos hacer?" Dios había traído una visión fresca a los presentes. Al final del mensaje, 3,000 fueron salvos y bautizados en agua.

Si su iglesia explotara de 120 a 3,120 en un día y luego a 5,000 poco después, ¿qué haría? Necesitarías un enfoque de equipo para el ministerio y un proceso consistente para discipular a los nuevos conversos y asimilarlos al servicio cristiano.

Lucas toma nota del equipo apostólico y describe el proceso: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” (Hechos 2:42-47).

Si tu iglesia está perfectamente feliz donde está, no irás a ningún otro lugar.

Ese pasaje revela las cinco funciones de la iglesia: compañerismo, discipulado, ministerio orientado a los dones, evangelismo y adoración. Nos referimos a estas funciones como conectar, crecer, servir, ir y adorar.

Como explico en mi libro, Una iglesia empoderada por el Espíritu, una congregación saludable se involucra y mantiene relaciones afectuosas (se conecta). Se desarrolla y moviliza a las personas (crece). Actúa con dirección clara y enfoque externo (sirve). Se reproduce y multiplica la misión de Cristo en otras personas y lugares (va). Y sigue y obedece a Dios apasionadamente (adora).

El Día de Pentecostés trajo una explosión sobrenatural de crecimiento, con 3,000 personas que acudieron a Cristo en un solo día. Y el proceso inspirado por el Espíritu en Hechos 2:47 resultó en un aumento incremental, con salvaciones y adiciones a la iglesia "día a día."

Preguntas fundamentales

Si está listo para comenzar la recalibración de su iglesia, reúna un equipo multigeneracional de personas influyentes, comience a hacer preguntas estratégicas y luego, en oración, desarrolle pasos de acción específicos. La recalibración responde a cinco preguntas fundamentales.

1. ¿Por qué existimos como iglesia? La Gran Comisión, para alcanzar nuestro mundo perdido con el evangelio, se basa en el gran mandamiento: amar a Dios con todo nuestro ser, y esta combinación crea una misión universal para cada iglesia. La declaración específica de la misión de su iglesia debe proporcionar una dirección a largo plazo sobre cómo su congregación alcanzará a la humanidad perdida, actuando con un amor apasionado por Dios.

2. ¿A dónde vamos? Ninguna iglesia tiene futuro si sus recuerdos son más grandes que sus sueños. Para llevar a cabo todo su potencial en el Reino, su iglesia debe identificar y desarrollar los propósitos y planes preferidos de Dios. Proverbios 19:21 dice: "Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo de Jehová permanecerá.

La visión responde a las preguntas, “¿A dónde vamos?” y “¿Por qué nos estamos moviendo en esa dirección?” Las mejores declaraciones de visión combinan la pasión de los líderes, las capacidades de la gente y las necesidades de la comunidad. Proverbios 29:18 dice: “Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado.”

3. ¿Cómo nos comportaremos? Pablo les dijo a los tesalonicenses: “Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.”(1 Tesalonicenses 1:5).

Los valores centrales son el ADN de la iglesia. Los valores informan cómo los líderes dan prioridad a los ministerios, seleccionan su personal y preparan presupuestos. Más que misión o visión, los valores centrales les dicen a los que están dentro y fuera de la congregación lo que es distintivo e importante.

4. ¿Cómo llegaremos allí? La única manera de que una iglesia crezca es añadiendo a más personas. Podría sonar muy simplista, pero fuera de la intervención directa de Dios para agregar creyentes, la intencionalidad de parte del liderazgo y el equipo de recalibración es primordial. Un plan estratégico es una necesidad. La visión falla debido a una comunicación deficiente, la falta de un plan claro y la falta de ejecución o implementación de ese plan.

Algunos insisten erróneamente en que el ministerio bajo la dirección del Espíritu siempre requiere espontaneidad. Dios planeó la redención de la humanidad antes de crear el mundo. Es posible ser estratégico y guiado por el Espíritu simultáneamente. Tener un plan no reemplaza la pasión por Dios; mas bien da forma a esa pasión en un plan enfocado y luego la ejecuta. Proverbios 16:3 dice: “Encomienda a Jehová tus obras y tus pensamientos serán afirmados.”

5. ¿Cómo involucraremos a nuevas personas? Después de que una iglesia ha determinado su misión, ha formado su visión, establecido sus valores y creado su plan estratégico, es hora de participar en las funciones de la Iglesia que vemos en Hechos 2:42-47: compañerismo, discipulado, ministerio orientado a los dones, evangelismo y culto. (Para obtener ayuda para desarrollar una estrategia para cada una de las funciones de la iglesia, consulte la barra lateral del Proceso Hechos 2).

¿Alguna vez ha asistido a una conferencia y ha sentido que estaba recibiendo tanta información que no había manera de lograr todo lo que había escuchado? Yo sí he asistido. Sentí que estaba bebiendo de una manguera contra incendios. A menudo pienso: Si pudiera obtener una buena idea que pudiera implementar, valdría la pena toda la conferencia.

Con eso en mente, resumiré el proceso de recalibración con tres objetivos básicos que yo le llamo: Mejorar la experiencia del visitante; asimilarse intencionadamente, e invertir en los niños.

Mejorar la experiencia del visitante

Lo más esencial de una iglesia pequeña de Karl Vaters señala que la mayoría de las personas deciden inconscientemente regresar a una iglesia dentro de los primeros 10 minutos de haber llegado al estacionamiento. Pero muy pocas iglesias toman en cuenta esa verdad cuando llevan a cabo sus servicios de fin de semana. Recuerde, la experiencia de adoración que su iglesia crea no comienza cuando empieza la música.

Si no ha realizado un recorrido por el exterior y el interior de su edificio, lleve a alguien con usted y elabore una lista de verificación de todas las cosas que necesitan pintura, reparación, eliminación o reemplazo. Los edificios y terrenos que están descuidados señalan una falta de excelencia. Nunca más tendrás una segunda oportunidad para causar una primera impresión.

Asegúrese de que hay una señalización adecuada. Como orador invitado, recientemente maneje alrededor de una iglesia grande varias veces tratando de determinar por dónde podia entrar al edificio.

Cuando Johanna y yo nos convertimos en pastores, entramos en una situación difícil. Nuestro predecesor inmediato había permanecido solo 12 meses como pastor, y su predecesor había permanecido 36 meses. Además de cómo estructurábamos nuestros servicios, Johanna y yo buscamos proyectos de alta visibilidad que no fueran controvertidos.

Johanna comenzó de inmediato un proyecto de limpieza de iglesias con dos ayudantes, Amos y Sam. Ellos no remodelaban; simplemente limpiaban, desechaban cosas y mejoraban el aspecto de nuestro edificio más antiguo. Recaudé fondos para un sistema de sonido, un nuevo vehículo para los jóvenes y otros recursos. Los resultados visibles en realidad ayudaron en la atmósfera de los servicios y ayudaron a acelerar nuestra transición a nuestros nuevos roles como pastores.

Cuanto más pequeña sea su iglesia, más estratégico debe ser usted en la forma en cómo utiliza sus voluntarios. Si puedes tener a una persona que salude en el estacionamiento, seria genial. Si no, por lo menos asigne un equipo sonriente, extrovertido y de amplio corazón para servir a las puertas.

Sé una iglesia acogedora. Con demasiada frecuencia, el tiempo de comunión implica que las personas que ya se conocen se comuniquen el uno al otro ignorando a los invitados. Cuando estreche las manos de los invitados, siempre dígales su nombre y pídales el suyo. La mayoría de las iglesias podrían aumentar su asistencia simplemente tomando medidas intencionales al volverse más amigables.

Unos pocos cambios prácticos pueden mejorar la experiencia del visitante. Con frecuencia les digo a los ministros que están haciendo la transición a un nuevo pastorado que la remodelación del baño de mujeres siempre es vantajoso para todos. La comunicación también es vital. No utilice un lenguaje interno que los invitados no entiendan. Y no diga ni haga nada que reste valor al mensaje que desea transmitir.

Asimílese intencionadamente

La asimilación es mucho más que tener gente que saluda en la puerta. Una vez más, la amabilidad es importante. Por supuesto, la mayoría de los líderes de la iglesia piensan que tienen la iglesia más amigable de la ciudad. Pero ser amigable con las caras familiares que te rodean no es suficiente. ¿Qué tan rápido puede alguien que viene de afuera hacer amigos en su iglesia? La asimilación comienza con la primera impresión.

Enséñeles a todos a practicar la “regla de los cinco pies.” Si un invitado se encuentra dentro de los cinco pies de un asistente regular, el asistente regular es responsable de cuidar de esa persona. Aliente a sus miembros a ser amigables, a presentarse a sí mismos, responder preguntas y guiar a los invitados a sus destinos.

La asimilación debería llevarnos a la participación en el ministerio. ¿Cuán rápido puede alguien involucrarse? Hubo un momento en el que necesitabas convertirte antes de poder pertenecer. Mi papá solía decirlo de esta manera: "Nos gusta limpiar nuestros peces antes de atraparlos."

Nunca quiero disminuir la importancia de la salvación, el discipulado o la vida justa. Pero mientras más pronto alguien se involucre en la iglesia, más rápido se asimilará a la vida de la iglesia. Esto no significa que debes reducir un poco para asignar a las personas roles que su personaje no admite. Sin embargo, no se necesita el mismo nivel de unción para limpiar los pisos que para cantar en el equipo de adoración.

Invertir en los niños

Es un hecho: Los padres se preocupan por el bienestar de sus hijos.

Los beneficios que un padre percibe que su iglesia puede aportar a la vida de un niño son a menudo los puntos decisivos para la decisión de continuar asistiendo en dicha iglesia. Los ministerios de niños específicos de género son atractivos para muchos padres; sé que mi familia los ha apreciado. A menudo escucho a los padres de los niños más pequeños decir que la decisión sobre dónde asistirán a la iglesia se reduce a lo que es mejor para sus hijos.

Hablé sobre esto con mi cuñado, Sam Rijfkogel, pastor de la Primera Asamblea de Grand Rapids de las AD en Michigan. Reconociendo la importancia de los ministerios infantiles, entrevistaron a varias parejas con niños pequeños, de los cuales solo la mitad enviaban a sus hijos a la guardería y al área infantil. Los padres dijeron que sus tres principales preocupaciones eran la protección, la seguridad y la limpieza. Curiosamente, el curriculum no llegó a los tres primeros.

En respuesta a estas preocupaciones de los padres, el liderazgo de la iglesia hizo algunos cambios estratégicos. Para abordar la seguridad, pusieron cámaras en las aulas y pasillos. Establecieron una sola entrada y salida para el área de niños y pusieron allí a un personal de seguridad.

Establecieron dobles verificaciones de antecedentes para los trabajadores. Implementaron políticas estrictas con respecto a los baños, los procedimientos para recogerlos y quiénes están permitidos en las áreas de los niños (solo trabajadores aprobados y padres verificados).

Para abordar la seguridad, se aseguraron de que todo el equipo esté en buenas condiciones y conforme al código (incluidas cunas, cambiadores, cochecitos, juguetes, andadores, etc.). Todos los trabajadores reciben capacitación en condiciones de emergencia, incendios y procedimientos de cierre. Hay un sistema de comunicación en cada habitación. También publican una política de bienestar y no reciben a niños enfermos como protección para todos los demás niños.

Para abordar la limpieza y la apariencia, los trabajadores desinfectan los juguetes para cada servicio. El aspecto limpio y el olor fresco comunican un mensaje de excelencia.

Recalibrar, luego celebrar

Hasta el día de hoy, donde sea que ministre, independientemente del tamaño y la huella comunitaria de la iglesia, todavía llevo conmigo parte de Praise Chapel de Sour Lake, Texas. Mi pequeña iglesia en esa pequeña ciudad ha formado y bendecido mi vida para siempre.

Y ese es el verdadero propósito de la recalibración: maximizar la misión y el mensaje de su iglesia y ver como resultado la maravillosa transformación de la vida.

Puedes comenzar ese proceso hoy. Tomará toda una eternidad revelar la cosecha que sobrevendrá.

Alton Garrison es el asistente superintendente general de las Asambleas de Dios en Springfield, Missouri.

Este artículo apareció originalmente en la edición julio/agosto 2019 de la revista Influence.

 

Proceso Hechos 2

El Proceso Hechos 2 es un proceso de transformación liderado por un equipo de expertos para ayudarlo a cumplir la visión que tiene para fortalecer a su iglesia espiritualmente, numéricamente y relacionalmente. Únase a un equipo de líderes de su iglesia en una serie de cuatro retiros de fin de semana a lo largo de un año para orar, soñar y elaborar estrategias sobre el futuro de su iglesia.

Le ayudamos a descubrir las respuestas a estas 10 preguntas:

  1. ¿Por qué existimos?
  2. ¿A dónde vamos?
  3. ¿Cómo debemos comportarnos?
  4. ¿Cómo llegaremos allí?
  5. ¿Cómo involucraremos a las nuevas personas?
  6. ¿Cómo los trataremos cuando lleguen?
  7. ¿Cómo los discipularemos?
  8. ¿Cómo los entrenaremos para servir?
  9. ¿Cómo los involucraremos en misiones, tanto a nivel local como global?
  10. ¿Cómo los ayudaremos a encontrar a Dios?

Para obtener más información, visite acts2journey.com

 

La encuesta de la iglesia de Hechos 2

Durante el verano del 2018, el Proceso Hechos 2 lanzó la Encuesta de Hechos 2. Esta nueva herramienta, la culminación de los esfuerzos de investigación y diseño que abarcan los cinco años anteriores, ahora permite a las iglesias medir su salud empoderada del Espíritu mediante un instrumento de encuesta completamente validado.

"Si bien hemos estado ayudando a las iglesias a desarrollar la visión y las estrategias a través del Proceso Hechos 2 por muchos años, ya necesitábamos un medio para medir tanto la realidad actual como el progreso realizado en el desarrollo de la salud y la vida empoderada por el Espíritu en la congregación local," afirma Alton Garrison, director del Proceso Hechos 2.

"La encuesta de la iglesia de Hechos 2 evalúa lo que ha probado ser los cuatro componentes más críticos para la salud de la iglesia: Compromiso comunitario, resolución de conflictos, adoración empoderada por el Espíritu y el enfoque de 'Ir' para cada creyente," explica Mike Clarensau, coordinador de la investigación del Proceso Hechos 2 y elaborador de la encuesta. “Hemos sabido por algún tiempo que la pérdida de la visión en las bancas es la causa principal del estancamiento congregacional y el enfoque interno que generalmente sigue traerá declinación. No nos sorprende que el ‘enfoque externo’ domine el camino hacia la salud para una congregación empoderado con el Espíritu."

La encuesta evalúa ocho áreas adicionales que impactan la salud de la iglesia y proporciona un informe lleno de estrategias recomendadas para abordar cada uno de los resultados revelados. Además, se incluyen preguntas que le brindan al pastor información sobre la comprensión de varias doctrinas y valores bíblicos de su congregación.

La encuesta de la iglesia de Hechos 2 está disponible en formato digital en act2journey.com/assessment.

Este artículo fue adaptado de la edición de julio/agosto de 2019 de la revista Influence.

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