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Aprovechar la Pascua para llevar a las visitas hacia una fe más profunda

Lo que la investigación demuestra sobre convertir las visitas esporádicas en seguidores de Cristo enteramente comprometidos.

Warren Bird on March 4, 2020

Chris Morante, el pastor principal de Evangel Church, una congregación de las Asambleas de Dios en Scotch Plains, Nueva Jersey, aborda las fechas importantes, como la Pascua, con oraciones extras.

«Quiero que la gente tenga una revelación transformadora de Cristo en su vida para ir más allá del saber acerca de Él, a conocerlo personalmente», dice Morantes. «Abordo las fechas importantes al orar por personas específicas, pienso acerca de sus historias y le pido a Dios que me dé una carga por ellos, y creo que cuando ellos escuchen el evangelio y vean el poder de las vidas transformadas, ellos también experimentarán el poder y la esperanza que hay en Cristo».

Cuando se busca atraer a los que no asisten a la iglesia y los asistentes esporádicos, los tres días más importantes para la mayoría de las iglesias son la Pascua, la Navidad y el Día de las Madres.

Evangel Church fue reconocida por la revista Outreach como una de las congregaciones de más rápido crecimiento en 2019, la iglesia ha comprobado que esos días «santos y floreados» son tan fructíferos espiritualmente que a menudo los líderes planifican otro gran evento en el año, así como, por ejemplo, invitan a un reconocido atleta cristiano.

¿Qué tan preparado estás para el próximo evento importante en tu iglesia? Para estar bien preparado, deberás identificar los pasos más estratégicos que puedes dar para atraer, acoger, retener y discipular a personas nuevas. Comience a hacerlo al responder a estas nueve preguntas en una actitud de oración:

1. ¿Crees que un gran número de personas, que no asisten a la iglesia, pudieran en verdad llegar a servir en tu iglesia? En Mateo 28:19 (nvi), Jesús ordenó a sus seguidores: «Vayan y hagan discípulos de todas las naciones». Por cierto, esto incluye a nuestros familiares inconversos, amigos y vecinos.

Además, Jesús también afirmó que la cosecha espiritual está lista y esperándonos. En Lucas 10:2 (nvi) leemos: «Es abundante la cosecha —les dijo—». Jesús les explicó que la demora no es por parte de la cosecha, sino a causa de los trabajadores: «pero son pocos los obreros».

Para subrayar este punto, Jesús le pidió a sus discípulos que oraran, no por la cosecha sino por otro asunto: «Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo» (énfasis agregado). Y en caso de que no hubiera quedado en claro quiénes estaban incluidos en ese grupo de obreros, lo próximo que les dijo fue: «¡Vayan ustedes!» (Lucas 10:3, nvi).

Si tú o tu equipo de liderazgo no creen de manera contagiosa de que tu iglesia puede y debe ministrar significativamente a un mayor número de personas que no asisten a la iglesia, y que los mejores días de tu iglesia están por venir, deja de leer esto ahora. Haz una pausa para poner en la agenda este asunto como tema de gran importancia para estudiar la Biblia y para orar.

2. ¿Estás edificando la fe de tu pueblo de manera que sus amigos dirán «sí» a la invitación de asistir a la iglesia? Contrario a lo que piensan algunos feligreses, a mucha gente le encantaría ser invitada a la iglesia, especialmente por alguien que conocen.

En 2016 una encuesta de investigación conducida por LifeWay con personas en Estados Unidos que no asisten a la iglesia, cerca de un tercio (35%) dijo que le gustaría asistir a un culto de adoración en la iglesia si recibieran una invitación. Y más de la mitad (51%) dijeron que responderían favorablemente a la invitación de un amigo o vecino (51%), o de un familiar (55%). ¡Qué gran oportunidad!

Numerosos estudios afirman que del 70% al 95% de los que visitan la iglesia por primera vez fueron invitados personalmente.

¿Quieres más invitados por primera vez? Dale buenos motivos a tus miembros para que inviten a sus amigos, y dales una dirección específica sobre cómo hacer el seguimiento. Y no se limite a hacerlo solo para la Pascua.

Un ejemplo para hacerlo más fácil es aprovechar al máximo el fin de semana cuando los niños participan con canciones en el culto de adoración. En esas ocasiones las tías, los tíos, las abuelas y los abuelos, vayan o no a la iglesia, son altamente receptivos a la invitación. Provee tarjetas de invitación, anuncios a través de los medios sociales u otras maneras para que los padres inviten a sus amigos. Asegúrate que el sitio web de la iglesia incluya direcciones fáciles de encontrar, los horarios de las reuniones y otra información relevante para las visitas que irán por primera vez.

Considera si las ilustraciones que emplearás en tu sermón, los anuncios y otros elementos del culto atraerán a las visitas por primera vez, dándoles un motivo para que regresen, aunque su pequeña María no cante.

3. ¿Supervisas el número de invitados, y entrenas a tu gente sobre cómo invitar a sus amigos? El viejo dicho es cierto: «Lo que examinas, verás más seguido. Lo que revisas y mides por lo general crece».

Casi todas las iglesias tienen un miembro a quien le encanta contabilizar las cosas y elaborar hojas de cálculo. Quizás esa persona pueda ayudarte a registrar el crecimiento de la asistencia y calcular algunos índices para tu equipo de liderazgo.

Aun para crecer lentamente, una iglesia necesita tener al menos el mismo número de nuevos visitantes cada año, que el número de personas que tiene en un culto de adoración. Si tienes un promedio de cien personas cada semana, ¿tienes un promedio de dos visitas cada fin de semana, tal vez más durante las fechas festivas y menos en otros días? Si tienes un promedio de mil personas por semana, ¿tienes un promedio de 20 visitantes nuevos cada semana?

¿Cuántos nuevos visitantes necesita tener tu iglesia? Divida el promedio de la asistencia semanal por 52; el cociente es el promedio de visitantes que tu iglesia necesita cada semana para un crecimiento mínimo.

Esta suposición viene del libro sustancioso de investigación What Every Pastor Should Know: 101 Indispensable Rules of Thumb for Leading Your Church [Lo que todo pastor debe saber: Los fundamentos de reglas indispensables para liderar tu iglesia], por Gary L. McIntosh y Charles Arn. Según los autores, las iglesias pierden un 10% de los asistentes por fallecimientos, mudanza y los que se van, y retienen 15% de los visitantes por primera vez, desea manera tener un crecimiento neto del 5%. Para crecer a un ritmo más rápido, necesitarás tener más visitantes. En vez de tener un 2% de visitantes cada semana, proponte un objetivo del 4%. (Solo toma en cuenta las visitas locales, no a la tía Aurora que visita a su familia, pero que vive a mil millas de distancia).

4. ¿Sabes qué promover en la Pascua como la mejor manera de atraer a la gente para que regrese en un futuro cercano? Imagínate que llegó el momento en el culto de Pascua cuando tú o tu líder laico da la bienvenida a los visitantes por primera vez y los invita para que vuelvan a regresar.

¿Qué tipo de apelación generará la mayor respuesta positiva? ¿Una exhortación para que vengan más seguido? ¿Una palabra de aliento para que regresen esa tarde para el lanzamiento del grupo de discipulado que dura 10 semanas donde tendrán la oportunidad de «conocer y saludar a gente extraordinaria»?

En realidad, ninguna de las dos. En cambio, ofréceles una experiencia que los ayudará a ver la fe en acción. Quizás podrías mencionarles sobre la serie de enseñanzas que estrenarás el próximo fin de semana donde pueden escuchar los testimonios de cómo Dios ayudó a personas como ellos a lidiar con la soledad (la ansiedad, u otra necesidad que sientan) y lo que Jesús dijo al respecto. Muchos de los atractivos publicitarios de hoy hacen alusión a un tiempo bien ahorrado, pero las experiencias son más acerca de un tiempo bien aprovechado.

«Hoy, las personas valoran más altamente las experiencias que los conectan personalmente y de maneras memorables». Escribe B. Joseph Pine II y James H. Gilmore en su libro The Experience Economy [La economía de la experiencia].

Jesús se encontró con Pedro donde estaba y lo llamó a entrar a una experiencia que transforma vidas. En efecto, Jesús le dijo: «¿Te gusta pescar? Déjame mostrarte cómo pescar a hombres».

Jesús invitó a Pedro a una experiencia que se convirtió en una vida de fe con Dios. Haz lo mismo en tu congregación, tanto con las visitas como con los miembros de mucho tiempo.

En Liquid Church: Six Powerful Currents to Saturate Your City for Christ [La iglesia líquida: Seis poderosas corrientes para saturar a su ciudad para Cristo] Tim Lucas y yo explicamos que cada día con una asistencia numerosa debería incluir una invitación para que regresen a una experiencia única.

Algunos ejemplos incluyen traer a la familia un sábado para ayudar a empaquetar comida para los sintecho, en conjunto con los jóvenes adultos de la iglesia que están coordinando pasar la noche durmiendo en cajas de cartón en el estacionamiento de la iglesia para crear mayor conciencia acerca del hambre, ayudar con la reconstrucción de un hogar para mujeres y anotarse a una caminata de 5 kilómetros para apoyar la instalación de pozos de agua limpia en ortos países.

Las iglesias de todos los tamaños hacen buenas obras en el nombre de Jesús. ¿Por qué no programar con tiempo estos esfuerzos evangelísticos para que en esas fechas especiales se pueda incluir una invitación a probar una experiencia fácil, de poco compromiso, que se hace una vez y que construye relaciones compartidas con otras personas en su iglesia?

Si su iglesia no tiene los datos de contacto tendrá un 0% de probabilidad de enviarles información para enriquecer la vida espiritual de ellos.

5. ¿Tienes una manera segura de obtener de sus visitantes la información de contacto al nivel que estén dispuestos a compartirla? Si no invitas con regularidad a que la gente se abra un poco acerca de sí misma por medio de una tarjeta de contacto, una página de comentarios, una aplicación de teléfono móvil, la geocodificación u otro método, estás perdiendo un gran potencial para realizar el seguimiento.

Tan importante como esto, es el hecho que, si no revisas este proceso para saber qué da y qué no da resultado, y cómo puedes mejorar el sistema, tus métodos podrían resultar ineficaces.

En una cultura que cambia con rapidez deberías evaluar continuamente las maneras en que las personas son más receptivas para permitirte entrar en su mundo. Además, pídele a tu equipo que revise toda la información que lograr captar (del santuario, la guardería, las ofrendas, etc.) al menos anualmente para asegurar de que todo esté bien sincronizado.

Pero no te detengas ahí. Si la gente de tu comunidad se siente cómoda participando en una invitación a un restaurante local registrando su cumpleaños para una comida gratis, hay maneras seguras en las que les puedes pedir que compartan con la iglesia más acerca de sí mismos.

Por ejemplo, una iglesia que tiene páginas activas de Facebook e Instagram siempre publica fotos con fondos acogedores para las fechas importantes. Tal vez podrían tener un cordero vivo para la Pascua, o una decoración temática para el Día de las Madres, así como un marco de fotos vacío lo suficientemente grande para que una familia pose para tomarse una foto.

Un voluntario le ofrece a la gente tomarles una foto con sus móviles, y luego les pide que etiqueten a la iglesia cuando la publiquen en los medios sociales. Si lo hacen, y la mayoría lo hace, listo, más acceso para que la iglesia mantenga contacto.

Si su iglesia no tiene los datos de contacto tendrá un 0% de probabilidad de enviarles información para enriquecer la vida espiritual de ellos.

6. ¿Le das más prioridad a quienes visitan por segunda vez que a los que vienen por primera vez y a quienes visitan por tercera vez que a los que vienen por segunda vez? Es muy bueno decirles a quienes visitan por primera vez que estás contento porque vinieron, quizás por medio de una carta, correo electrónico, una publicación en los medios sociales o por teléfono. Pero ¿qué de los que visitan por segunda vez, a los que le gustó lo suficiente como para volver? Con su presencia te están diciendo: «Claramente, estamos interesados en tu iglesia».

El libro What Every Pastor Should Know [Lo que todo pastor debe saber] incluye información sobre la retención de visitantes. Según los autores, aquellos que visitaron la misma iglesia dos veces en un período de seis semanas tenían una probabilidad casi doble de establecerse allí, y para aquellos que visitaron tres veces, había una posibilidad de casi tres veces de que se quedaran allí.

En resumen, cuanto más seguido la gente visita, más probable es que se queden. Entonces, además de enviarles una carta o correo electrónico a los que visitan por primera vez, elabore notas para enviarle a los que visitan por segunda y tercera vez.

Además, elabore una estrategia para conectar a quienes visitan por segunda y tercera vez con los asistentes regulares sobre cosas que tengan en común, tal como el estatus matrimonial y la familia, edad u ocupación. Cuando la gente nueva tiene amigos en la iglesia, son más propensos a ser activos y participar.

7. ¿Has elaborado y revisad recientemente tu proceso para llevar a la gente hacia el discipulado? La gente visita la iglesia por muchas razones, pero son las relaciones las que a menudo las hacen regresar. Construir relaciones genuinas va mucho más allá que tan solo «saludarse unos a otros» en el culto, o incluso el saludador amistoso que llama a las personas por nombre, a partir de lo útil e importante que es ese momento.

«El éxito más grande con los que visitan por primera vez es asegurarse de que también visiten una segunda vez», dice Carlos Cardenas, quien creció en las Asambleas de Dios y ahora sirve como director de los campus y pastor de enseñaza de Christ Fellowship en Miami.

Por cierto, que quieres hacer mucho más que tan solo lograr que la gente regrese; quieres que ellos lleguen a conocer a Cristo y que crezcan en la fe.

¿Ha trazado tu equipo de liderazgo un camino hacia el discipulado, uno que ayude a los nuevos a construir relaciones con otras personas aparte del pastor, en cada paso del camino?

Supongamos que una familia llega a la iglesia en la Pascua, entonces regresa dos semanas después, y otra vez dos semanas luego de la segunda visita Si alguien los entrevistara mientras van saliendo del edificio en su tercera visita, ¿qué tan bien podrían responder a esta pregunta?: «¿Cuáles son las opciones principales que nos propone la iglesia para que demos los próximos pasos en nuestro viaje espiritual?». La gente necesita claridad sobre cómo formar buenas amistades y crecer mejor, e idealmente hacer estas dos cosas al mismo tiempo.

«Nosotros no solo revisamos con regularidad nuestra conexión y el proceso hacia el crecimiento, sino que también lo analizamos continuamente para encontrar los puntos débiles y así mejorarlo», dice Cardenas. «A menudo hacemos preguntas difíciles».

«Hacer un seguimiento semanal con las tarjetas de conexión es una de las prioridades de los pastores del campus y los voluntarios claves», dice Cardenas.

Las iglesias se hacen más grandes, haciéndose más pequeñas. La gente no encuentra su identidad en lo completo, sino siendo una unidad dentro de lo completo.

Tu objetivo debería ser que el 80% de los adultos de la congregación participen en la clase de la escuela dominical, grupos pequeños, equipos de servicio u otro grupo pequeño donde cómodamente puedan decir: «¿Podrían orar por mi entrevista laboral de esta semana?», o quizás: «Mis hijos adolescentes me están enloqueciendo; necesito ayuda».

8. ¿Ofreces con regularidad a la gente pasos pequeños específicos que pueden aplicar para crecer en su fe? No quieres que la gente en tu iglesia vaya a todos lados y al mismo tiempo a ningún lugar. No deberían escuchar un mensaje en el sermón semanal, leer otro en el boletín o los anuncios, y aun otro por correo electrónico, o la cartelera, o en la página de Facebook de la iglesia.

Las iglesias que reportan el crecimiento espiritual y numérico más fuerte tienen un alto nivel de claridad en su visión.

El libro Iglesia simple: Cómo volver al proceso divino de hacer discípulos se hizo popular porque con el paso del tiempo, las iglesias tienen la tendencia de ir acumulando un programa detrás de otro.

Esto puede ser bien intencionado, pero a menudo causa confusión y diluye el enfoque. Demasiada gente está insegura hacia dónde se dirige tu iglesia o cómo puedes ayudar con el crecimiento espiritual.

La solución es que un equipo unificado de liderazgo traduzca los ministerios y los eventos en una serie de pasos pequeños. Ofrecele a la gente algo específico que puedan hacer para participar en la vida de la iglesia cada semana.

Esto puede suceder en más lugares que tan solo en el culto de adoración. Por ejemplo, cada mes o trimestre, invita a las visitas que regresaron para que después del culto coman pizza con el pastor.

Durante el evento, que tres líderes laicos describan por separado algunos ministerios en los que es fácil participar y de poco compromiso, tales como ayudar por un mes con la mesa de café o con el equipo de armado. También, aproveche la oportunidad para hablar sobre la visión y las metas de la iglesia y de otras maneras en que pueden unirse a la visión.

Cuanto más demuestres la intencionalidad en tu camino hacia el crecimiento, más querrá la gente tomar parte de lo que se hace.

9. ¿Estableciste el fundamento para que año tras año haya fines de semana con gran asistencia? Mirando hacia el futuro a largo plazo, ¿cuál es la mejor manera de prepararse para el próximo evento grande que realizarás?

Comienza por desarrollar un equipo pastoral y una junta directiva saludable. Al final de cuentas, a menos que la salud espiritual de la iglesia y el liderazgo sean sólidos y conduzcan al crecimiento, no importará que tan buenos sean los procesos.

En un reciente e importante estudio sobre juntas directivas eclesiásticas hecho por el Evangelical Council for Financial Accountability, se descubrió que la mayor diferencia entre las juntas que son eficaces y las ineficaces, es el grado de claridad que tienen sobre las funciones, es decir, la función que tiene cada uno.

Las juntas que son eficaces saben hacia adonde se dirigen, y sus juntas se enfocan en ese futuro, establecen políticas y dan seguimiento a sus objetivos para llegar allí. Además, las juntas que son eficaces practican cuidar el alma del pastor principal, dando prioridad en asegurarse que su líder principal tenga un buen equilibrio en su labor y vida personal.

En cierto sentido, los miembros, nuevos y viejos, no pueden estar más saludables de lo que estás. Tu ministerio es el desbordamiento de tu vida con Cristo. Si lo que recibes no está excediendo a lo que impartes, ¡el mantenimiento será tu caída! No te asocies solo con tu personal, los voluntarios y con los que reciben salarios, sino también con la junta.

¿Estás preparado para llevar a tu iglesia, incluidos a los nuevos, hacia una fe mayor?

El evangelismo tiene dos lados: vayan y cuenten, y vengan y vean. ¿Recuerdas cómo Andrés trajo a su hermano Pedro a Jesús (Juan 1:41)? Toda iglesia tiene Andreses, y algunas pueden tener un Pedro, y Dios te ha dado el privilegio de poder tener un impacto similar cada semana, pero especialmente en las fechas importantes como la Pascua.

El Dr. Warren Bird, es el vicepresidente de investigación y capacitación para el Evangelical Council for Financial Accountability con sede en Winchester, Virginia, y es el autor de 31 libros sobre el liderazgo en la iglesia.

Este artículo apareció originalmente en la edición marzo/abril 2020 de la revista Influence.

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