Mantenerse a flote en el ministerio

Lo que revela un estudio sobre la salud financiera de los ministros de las AD

Ha notado que su posición financiera ha menguado en los últimos años? En plena pandemia, con inflación y rumores de una recesión inminente, ¿se ha incrementado su preocupación por el dinero a medida que mermaba su liquidez? Si es así, no está solo.

El salario total del ministro promedio de las Asambleas de Dios ha crecido un 12% en los últimos seis años. No obstante, en ese mismo período, la inflación ha subido casi un 24%. Dicho de otro modo, los sueldos no están manteniendo el ritmo de los costos, que se han disparado considerablemente.

Esta fue uno de los resultados de un estudio realizado en 2022 sobre 1.326 ministros de las Asambleas de Dios en Estados Unidos. Grey Matter Research realizó dicho estudio para la oficina nacional de las Asambleas de Dios. La investigación actualizó un proyecto similar de 2016, y ambos estudios incluyeron a pastores de iglesias, misioneros, evangelistas, capellanes y una variedad de otros ministros no retirados.

El estudio más reciente revela una combinación de estrés y esperanza entre los ministros.

 

Ministros en dificultades

Hay tres grupos de ministros que tienden a tener mayores dificultades financieras que otros. El primero son los pastores de las iglesias más pequeñas. A menor tamaño de la iglesia, menores son sus ingresos, lo que significa que hay menos dinero disponible para compensaciones.

Algunos de estos pastores trabajan a tiempo completo en sus iglesias, pero son muchos más los que trabajan a tiempo parcial o incluso sin remuneración. Los que trabajan a tiempo completo reciben sueldos más bajos y menos beneficios que sus contrapartes de iglesias más grandes.

El 86% de los pastores de iglesias con 300 o más miembros consideran que las finanzas de su iglesia son sólidas, pero este porcentaje disminuye a medida que el tamaño de la congregación se reduce. Solo el 60% de los pastores de iglesias con menos de 50 miembros opina que las finanzas de su iglesia son sólidas.

Dos tercios de los pastores de las iglesias más pequeñas dependen de unos pocos donantes, sin los cuales sus ministerios estarían en dificultades.

La pandemia no ha hecho más que agravar estos problemas. Los efectos económicos han sido especialmente dañinos para las iglesias más pequeñas. Tres de cada diez pastores que lideran iglesias de 300 o más miembros reportan un impacto financiero negativo debido a la pandemia, comparado con el 51% de las iglesias más pequeñas. Y, mientras que el 38% de las iglesias más grandes recibieron fondos federales de ayuda por la COVID, esto solo sucedió en el 6% de las iglesias más pequeñas.

Las minorías raciales y étnicas constituyen el segundo grupo en dificultades entre los pastores de las Asambleas de Dios. Los pastores de minorías tienen un 54% más de posibilidades que los pastores blancos de afirmar que su iglesia tiene problemas económicos. Tienen un 23% menos de posibilidades de recibir ayudas para la vivienda y un 27% menos de posibilidades de recibir ayudas más allá de la vivienda.

El ahorro medio para la jubilación es de 40.000 dólares para los ministros blancos y de 5.000 dólares para todos los demás.

Casi la mitad (46%) de los ministros pertenecientes a minorías no tienen ahorros personales (excluyendo la jubilación), en comparación con el 21% de los ministros blancos en esta situación.

El tercer grupo que se enfrenta a desafíos financieros significativos es el de los pastores en plantilla. Por lo general, ganan bastante menos que los pastores principales y tienen menos beneficios. De hecho, el 23% de los pastores en plantilla no tienen ningún tipo de beneficio.

Los pastores en plantilla son mucho más propensos que los pastores principales a usar al menos un término negativo al describir la cultura financiera y de compensación de su iglesia. También son menos propensos a decir que mantienen una relación positiva con aquellos que determinan su compensación.

Aproximadamente un tercio de los pastores en plantilla se declaran insatisfechos con su salario y creen que la iglesia podría pagarles más. Solo uno de cada diez pastores principales expresa la misma opinión. Esta es una situación propicia para que surjan desavenencias dentro de las iglesias.

Por supuesto, estos tres grupos no son los únicos con preocupaciones financieras. Dos temas, el ahorro y la deuda, son factores de estrés comunes para los ministros de todos los grupos demográficos.

Más de tres cuartas partes de los ministros conocen a alguien
que ha dejado el ministerio por motivos económicos.

 

El ahorro

Cuando los ministros mencionan sus puntos de estrés financiero, los tres primeros están relacionados con el ahorro. Reservar fondos suficientes para la jubilación resulta estresante para el 46% de los encuestados, y al 28% le preocupa ahorrar lo suficiente tanto para emergencias como para compras importantes.

Las preocupaciones relacionadas con el ahorro eclipsan a las relacionadas con el seguro médico, los préstamos estudiantiles, llegar a fin de mes o gestionar los gastos habituales.

Los asesores financieros recomiendan empezar a ahorrar para la jubilación a partir de los 20 años. Sin embargo, tres de cada diez ministros menores de 45 años no tienen ahorros para la jubilación.

Aún más preocupantes son las estadísticas de los ministros de más edad. Entre los ministros en activo de sesenta años o más, el 17% no tiene nada ahorrado para la jubilación, y otro 29% tiene menos de 50.000 dólares.

No solo faltan asignaciones para la jubilación. Un cuarto de los ministros no tiene ahorros personales aparte de los fondos de jubilación. No es de extrañar que ahorrar dinero sea un importante motivo de estrés para tantos.

 

La deuda

El 82% de los ministros tienen deudas, y el 66% posee deudas en categorías no hipotecarias, como tarjetas de crédito (41%), préstamos estudiantiles (26%), gastos médicos (19%) y otros (37%).

Los ministros de las Asambleas de Dios son un 44% más propensos que el estadounidense medio a tener deudas por préstamos estudiantiles, y la cantidad que deben los ministros es un 15% superior. Los ministros con deudas de tarjetas de crédito deben un 61% más que la población general.

Aunque los salarios más altos pueden aumentar la capacidad de préstamo, los que menos ganan tienen más probabilidades de contraer deudas no hipotecarias. Los ministros con finanzas personales inestables y altos niveles de estrés financiero también tienden a endeudarse más.

En otras palabras, las personas que menos pueden permitirse la deuda son las que más la tienen.

 

El estrés

Dos tercios de los ministros tienen algo en sus perfiles financieros que consideran un punto de estrés importante. En promedio, los ministros de las Asambleas de Dios señalan 2,8 puntos importantes de estrés financiero y 4,6 menores. Solo el 13% de los ministros no indica ningún factor de estrés financiero en su vida.

Lamentablemente, el resultado final es que el 38% de todos los ministros ha considerado dejar el ministerio en algún momento debido a la tensión financiera, incluido el 16% que lo ha considerado seriamente. Los pastores en plantilla y los misioneros estadounidenses son los que más han contemplado la posibilidad de abandonar el ministerio.

Además, el 52% afirma haber recibido ofertas de empleo no ministerial con mayor remuneración. Tristemente, más de tres cuartas partes de los ministros conocen a alguien que ha dejado el ministerio por motivos económicos.

 

La esperanza

No todo es malas noticias, de hecho, está muy lejos de serlo. Por un lado, muchos ministros no experimentan dificultades económicas significativas. Aunque el 22% de los ministros de las Asambleas de Dios no tiene ahorros para la jubilación, casi el mismo porcentaje (21%) ha ahorrado al menos 200.000 dólares para la jubilación.

Solo el 7% describe sus finanzas domésticas como poco sólidas o muy inestables, con muchas preocupaciones, mientras que casi once veces más indican que sus finanzas son poco sólidas o muy sólidas, con pocas preocupaciones reales.

Solo el 11% de los ministros afirma sufrir un estrés financiero tremendo o considerable. Otro 16% sufre bastante estrés. Sin embargo, la mayoría solo experimenta algo (35%), poco (27%) o nada (11%) de estrés.

A pesar de las dificultades económicas que sufren algunos, solo el 4% de los ministros dejó de diezmar el año pasado. Una abrumadora mayoría afirma diezmar una décima parte de sus ingresos (14%) o dar incluso más (82%).

El dinero no es una fuente importante de discordia matrimonial. Aproximadamente la mitad de los encuestados afirma estar totalmente de acuerdo con su cónyuge en materia económica, y otro 39% lo está en gran medida.

La mayoría de los pastores se sienten cómodos con las finanzas de la iglesia. Tres cuartas partes manifiestan que la situación financiera de su iglesia es sólida, con pocas preocupaciones.

Además, el 68% de los pastores considera que la cultura de su iglesia es «respetuosa» en el tema de la compensación de los líderes, mientras que solo el 2% dice que la cultura es «divisiva». Más de ocho de cada diez mantienen relaciones positivas con quienes determinan su retribución.

Casi todos los ministros (92%) tienen alguna fuente de ingresos fuera del ministerio. Esto puede incluir el trabajo del cónyuge (62%), un segundo trabajo o empleo complementario (39%), fondos de pensiones o jubilación (27%) o inversiones (25%). En promedio, el 54% de los ingresos familiares procede del ministerio, mientras que el 46% proviene de otras fuentes.

La actitud de los ministros respecto al dinero es, en su mayor parte, positiva. El 85% de los pastores se siente seguro, total o parcialmente, en la gestión de las finanzas de la iglesia, y el 88% de todos los ministros se siente seguro en la gestión de las finanzas domésticas.

En general, a la mayoría de los ministros les va bien económicamente, con algunas tensiones
y dificultades, pero
con una perspectiva positiva.

Un alentador 61% se siente cómodo con el futuro económico de su hogar. Cuando se compara con otros ministros locales que desempeñan funciones similares, solo el 17% afirma estar en peor situación, mientras que la mitad considera que su situación es mejor.

Las dificultades económicas no son exclusivas de los ministros. En algunos aspectos, a los ministros les va mejor que a otros estadounidenses. Ante un gasto inesperado de 1.000 dólares, el 83% de los ministros dice que podría cubrirlo con sus ahorros (ahorros para la jubilación, en algunos casos), el 13% tendría que pedir prestado el dinero y el 4% no tendría ningún recurso.

En comparación, el 44% de todos los adultos estadounidenses afirma que podría cubrir un gasto de 1.000 dólares con sus ahorros, el 34% tendría que pedir prestado, el 15% tendría que recortar gastos y el 7% no tendría ningún recurso, según una encuesta de Bankrate de 2022.

Los datos de la Oficina del Censo de EE. UU. muestran que solo la mitad de los estadounidenses de entre 55 y 66 años tienen ahorros para la jubilación. Entre los ministros de las Asambleas de Dios de 60 años o más, el 83% tiene algún ahorro para la jubilación. Sin embargo, la cantidad media que estos ministros han ahorrado para la jubilación es un 54% inferior a la media de la población estadounidense en su conjunto.

En resumen, la situación económica de los ministros de las Asambleas de Dios es una mezcla de estrés y esperanza. En general, a la mayoría de los ministros les va bien económicamente, con algunas tensiones y dificultades, pero con una perspectiva positiva.

Sin embargo, demasiados tienen problemas económicos, y algunos pueden acabar abandonando el ministerio por ello.

 

¿Y ahora qué?

Estos son tiempos económicos difíciles para muchos ministros e iglesias. Si usted es un ministro que está experimentando estrés financiero, no tenga miedo de pedir ayuda.

Las Asambleas de Dios ofrecen recursos para atravesar temporadas financieras difíciles a través de Mayordomía empoderada.

Para obtener orientación sobre la gestión de las finanzas personales, solicite un ejemplar gratuito de Presupuesto equilibrado, vida equilibrada en EmpoweringStewardship.com/Requests. Esta guía de estudio simplifica el intimidante proceso de crear un plan financiero.

Además, existen subvenciones únicas de 1.500 dólares para los ministros de las Asambleas de Dios. Estos pueden ayudar a iniciar un fondo de jubilación, la reducción de la deuda escolar, o el pago de facturas. Visite EmpoweringStewardship.com/Grants para más información.

Si usted es un miembro de la junta directiva o un líder de la iglesia que toma decisiones presupuestarias, considere cómo puede ayudar a los pastores y miembros del personal que puedan estar pasando por dificultades económicas. Tal vez haya margen para aumentos salariales que compensen la tasa de inflación.

Asegúrese de que la iglesia ofrece prestaciones, incluido el seguro médico. Establezca contribuciones de jubilación para los miembros del personal, o cree un plan de jubilación patrocinado por el empleador con AG Financial.

Además, organice un grupo pequeño o una clase de escuela dominical sobre cómo dar generosamente y administrar fielmente los recursos de Dios. Mayordomía capacitadora ofrece una guía gratuita para el líder y diapositivas para complementar el libro Presupuesto equilibrado, vida equilibrada. Esta es una excelente manera de ayudar a los miembros de la iglesia a tomar el control de sus finanzas.

Estas encuestas ponen de manifiesto la difícil situación financiera de muchos ministros de las Asambleas de Dios. Es triste que las preocupaciones económicas han hecho que algunos abandonen o se planteen abandonar sus ministerios. Para combatir este problema, las iglesias deben adoptar una cultura de generosidad, no solo hacia los diversos ministerios que sostienen, sino también hacia los ministros que los apoyan.

Uno de los objetivos de Mayordomía capacitadora es sacar a la luz los problemas financieros de los ministros y ofrecer soluciones prácticas. Aunque se trata de un tema profundamente personal, los ministros y los miembros de la junta directiva de la iglesia deben mantener conversaciones sinceras sobre la salud financiera personal y de la iglesia.

Reducir el estrés financiero de los pastores les permite atender mejor a los demás. Esto no solo beneficia a los líderes de la iglesia, sino también a todo el cuerpo de Cristo.

 

RON SELLERS es presidente de Grey Matter Research & Consulting, una empresa que atiende regularmente a ministerios cristianos, denominaciones e iglesias para solucionar sus necesidades de información.

ROLLIE DIMOS es director de Auditoría Interna de las Asambleas de Dios de EE. UU., así como director de Mayordomía capacitadora, un ministerio del departamento de tesorería general de las Asambleas de Dios.

 

Este artículo aparece en de verano 2023 de la revista Influence.

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