Los ministros y la salud mental

Una encuesta evalúa el bienestar de los titulares de credencial de las AD

Entonces, ¿qué te trae hoy por aquí?».

El pastor permaneció en silencio, sus ojos se llenaron de lágrimas.

Cuando mi nuevo cliente finalmente ordenó sus pensamientos, empezamos a desempacar el trauma ministerial que atestaba su alma.

Es una escena común cuando aconsejo a los líderes de iglesia.

Durante mis 26 años como pastor, he experimentado personalmente los altibajos del ministerio. Y como profesional de la salud mental, veo con regularidad en mi consulta el efecto del cansancio grabado en el rostro de los pastores.

Todo liderazgo conlleva serias responsabilidades. Hay decisiones que tomar, presupuestos que administrar, conflictos que resolver y visiones que proyectar. Pero el liderazgo espiritual implica preocupaciones aún mayores. Después de todo, la obra del Reino y las almas eternas están en juego.

Hace unos años, mis hijos jugaban con un disco volador que acabó aterrizando en nuestro tejado. Al principio, vi cómo los niños ideaban una estrategia para recuperar su juguete, pero les resultaba difícil sostenerse unos a otros lo bastante alto como para alcanzarlo.

Por fin, intervine y me ofrecí como escalera humana.

Uno de los chicos subió por mi espalda y se colocó sobre mis hombros. Desde esa altura, mi hijo adquirió una nueva y fascinante perspectiva. Miró a su alrededor, se aguantó en uno de los protectores del desagüe y saludó alegremente a sus hermanos.

Finalmente, mi hijo preguntó: «Papá, ¿estás bien ahí abajo?».

Le respondí: «¡Estaré mucho mejor cuando te bajes de mis hombros!».

Ser pastor puede ser como llevar una pesada carga sobre los hombros. A veces, la carga se hace difícil de soportar.

Los últimos cinco años han sido especialmente difíciles para el ministerio. Los pastores han tenido que hacer frente a una pandemia, a cambios en los patrones de asistencia y a divisiones políticas.

No es de extrañar que muchos líderes de las iglesias luchen hoy contra el estrés, la fatiga emocional, la ansiedad, la depresión y el agotamiento.

Con estas cuestiones en mente, las Asambleas de Dios realizaron una encuesta durante el verano y el otoño de 2024 para evaluar la salud mental de sus ministros.

De los 6,864 encuestados (más del 18% de todos los ministros con credenciales), 67.4% eran hombres y 32.6%, mujeres. Más de 8 de cada 10 (81.6%) tenían entre 40 y 60 años.

El desglose racial y étnico era: 83% blancos; 11.5% hispanos; 4% asiático-americanos; 2.4% negros; 2.2% nativos americanos; 0.8% isleños del Pacífico; y 2.4% «otros».

Casi un tercio de los encuestados (31.9%) eran pastores principales. Entre los demás participantes había pastores en plantilla y asociados (20%); misioneros (14.6%); ministros jubilados (9.1%); cónyuges de pastores (2.8%); evangelistas (2.2%); y líderes de distrito/red (1.9%).

 

Emociones

En la encuesta se preguntaba: «Si buscara asesoramiento y/o apoyo psicológico, ¿en qué áreas de su vida desearía ayuda o una mejor comprensión?» (Los participantes podían elegir varias respuestas).

Más de la mitad de los ministros (53.8%) eligió el estrés y la ansiedad, mientras que el 26.9% indicó que podría acudir a un consejero por tristeza y depresión.

Otras respuestas incluyen preocupaciones sobre el envejecimiento y la etapa de la vida (25.8%); finanzas (21.9%); matrimonio (20.9%); problemas de sueño (17.3%); problemas de salud (16.3%); traumas pasados o trastornos de estrés postraumático (16.2%); trabajo (15.9%); duelo o pérdida (15.2%); paternidad (15%); y propósito o identidad (14%).

Los porcentajes más bajos dijeron que buscarían ayuda en relación con problemas de fe (3.8%); pensamientos suicidas (2.8%); o consumo de alcohol/drogas (0.6%).

La preocupación por el estrés y la ansiedad es mayor entre los ministros jóvenes, ya que 8 de cada 10 encuestados de la Generación Z afirman que buscarían ayuda psicológica para estos problemas. La depresión también era mayor entre los ministros jóvenes.

Como era de esperar, los ministros de más edad eran los más preocupados por la salud y el envejecimiento.

La tendencia al suicidio fue más común entre las personas que acababan de empezar en el ministerio. Los que tenían entre un año y cinco años de experiencia en el ministerio declararon tener pensamientos suicidas en una proporción más de dos veces superior a la de los líderes que llevaban 20 años o más en el ministerio (6.7% frente a 3%, respectivamente).

 

Cómo encontrar apoyo

Otra pregunta de la encuesta fue: «Cuando necesita ayuda, ¿a dónde acude en busca de asesoramiento o apoyo?». (De nuevo, los encuestados podían marcar más de una respuesta).

Cuando surgen problemas personales de salud mental, los ministros a menudo sienten que no tienen dónde acudir en busca de ayuda.

Más de tres cuartas partes de los ministros afirmaron que pedirían ayuda a Dios (75.8%).

Más de la mitad dijeron que recurrirían a un amigo (60%) o a un familiar (50.6%).

Otras fuentes de ayuda fueron un pastor o líder (33.8%); un consejero acreditado (26.5%); un entrenador personal o mentor (22.6%); un compañero de trabajo (11.9%); y la oficina del distrito o de la red (9.8%).

Alrededor del 5% no sabía a quién acudir. Los hombres eran más propensos que las mujeres a no mencionar ninguna fuente de apoyo en materia de salud mental.

Los ministros jóvenes afirman apoyarse en amigos y familiares en mayor medida que las generaciones anteriores.

Si se excluye la oración, todas las categorías disminuyen con la edad, lo que sugiere que los ministros de más edad son menos propensos a pedir ayuda a otras personas.

 

Barreras

Los ministros citan una serie de razones para no buscar ayuda profesional o apoyo psicológico, pero los dos principales obstáculos son la falta de medios económicos (35.4%) y la cobertura del seguro (26.7%).

Otros factores son la preocupación por la confidencialidad (21.8%), la incomodidad de hablar con un desconocido (18.9%), la incertidumbre sobre dónde buscar asesoramiento (14.4%), la preocupación por lo que puedan pensar los demás (10.8%) y el miedo a perder las credenciales ministeriales (6.7%).

Solo 32% de los ministros indicó que no había sentido necesidad de ayuda profesional.

Aunque los pastores más jóvenes se mostraron dispuestos a buscar ayuda profesional, eran más propensos que los demás a carecer de los medios económicos y la cobertura de seguro necesarios.

 

Esperanza y propósito

Los ministros con credenciales de AD indican altos grados tanto de esperanza como de propósito.

Un impresionante 94.8% estuvo de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación: «He encontrado un propósito significativo en mi vida».

Además, 92% afirmó tener grandes esperanzas en su futuro.

La esperanza y el propósito son marcadores importantes de la fe, la resiliencia y el bienestar.

Para quienes luchan contra problemas de salud mental, la esperanza y el propósito son vitales para la recuperación.

 

Iglesia y familia

La encuesta preguntaba además a los encuestados qué recursos podrían beneficiar a sus congregaciones y familiares.

La mayoría indicó que necesitaba recursos relacionados con el estrés y la ansiedad (72.4%); el matrimonio (58.5%); la depresión (56.3%); el duelo (51.5%); y la paternidad (51.2%).

Casi una cuarta parte (23.1%) dijo que los recursos en materia de abuso de sustancias serían beneficiosos para sus congregaciones y familias, y 19.4% expresó su necesidad de ayuda para la prevención del suicidio.

 

Pastores heridos

Los pastores atienden regularmente a personas que atraviesan situaciones de dolor, enfermedad, adicción, depresión y ansiedad.

Los líderes de las iglesias suelen estar en primera línea cuando se trata de observar estos problemas en sus congregaciones y recomendar a los miembros de la comunidad el asesoramiento o el tratamiento adecuado.

Sin embargo, muchos pastores descuidan su propio bienestar. Cuando surgen problemas personales de salud mental, los ministros a menudo sienten que no tienen dónde acudir en busca de ayuda.

Mientras tanto, las presiones del ministerio son implacables. Una encuesta realizada en 2023 por el Grupo Barna reveló que un tercio de los pastores protestantes estadounidenses había considerado seriamente la posibilidad de abandonar el ministerio durante el año anterior.

La proporción es inferior a la de 2022, cuando aproximadamente 4 de cada 10 pastores afirmaban lo mismo. Aun así, muchos líderes espirituales afrontan dificultades para perseverar en su vocación.

Es por eso que el Superintendente General de las Asambleas de Dios, Doug Clay, comisionó a un grupo de profesionales de la salud mental para centrarse en estos temas y ayudar a los ministros y sus familias a encontrar la asistencia que necesitan. El Comité Nacional de Atención a la Salud Mental de las AD [AG National Mental Health Care Committee] se constituyó en 2019.

Un nuevo sitio web, ministerfamilycare.ag.org [disponible solo en inglés], ofrece ahora referencias de consejeros cristianos, información sobre líneas telefónicas de crisis y recursos gratuitos para una variedad de necesidades y retos a los que se enfrentan los ministros.

Además, los titulares de credenciales y sus familias pueden acceder a videos gratuitos de RightNow Media sobre depresión, recuperación y pérdida.

La información sobre estos recursos, junto con un código QR para facilitar el acceso, está impresa en el reverso de cada credencial ministerial de 2025.

El apóstol Pedro escribió: «Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes. ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar» (1 Pedro 5:7-8; NTV).

Pedro reconoció que Satanás podía aprovecharse de las debilidades humanas para perturbar la obra de Dios. También sabía lo que era experimentar la gracia de Dios para poder fortalecer a los demás (Lucas 22:31-32).

Los problemas de salud mental a los que se enfrentan los ministros son reales, pero hay ayuda y medios para sanar.

Echa tu ansiedad sobre el Señor, mientras utilizas las herramientas y recursos disponibles para administrar tu bienestar mental y cuidar de tu familia y congregación.

 

El viaje hacia la recuperación

«Entonces, ¿qué te trae hoy por aquí?».

Esa pregunta inició un viaje hacia la recuperación para el pastor que estaba en mi despacho. Avanzamos juntos mientras él daba los primeros pasos cruciales hacia la plenitud.

Dar prioridad a la salud mental no es solo una necesidad personal, sino un aspecto vital de un ministerio eficaz.

Quienes ejercen el pastorado también deben dedicar tiempo a atender sus propias necesidades.

Al fomentar el autoconocimiento, buscar apoyo y crear una cultura de apertura en torno al bienestar mental, los ministros pueden mantener su vocación al tiempo que dan un poderoso ejemplo a las personas a las que sirven.

Invertir en salud mental no es un signo de debilidad. Es un paso hacia una mayor resistencia, eficacia y longevidad en el ministerio.

 

Jason Tourville es terapeuta de salud mental en Emerge Counseling Ministries, director de salud de la iglesia y atención ministerial de PennDel Ministry Network, y presidente del Comité Nacional de Atención a la Salud Mental de AD.

 

Marty Harris, Ph.D, tiene formación en psicología clínica y es presidenta del LABI College en La Puente, California.

 

Este artículo aparecerá en la edición de primavera de 2025 de la revista Influence.

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