Los siete pecados capitales y el liderazgo
Un estudio de 10 semanas para equipos de liderazgo
Los líderes se enfrentan a retos constantes mientras navegan por el cambio, forman equipos y toman decisiones difíciles. Pero las pruebas más duras suelen venir de dentro.
El teólogo del siglo IV Evagrio Póntico identificó algunas de estas batallas internas cuando originó una lista de ocho pecados capitales. Gregorio I consolidó posteriormente la lista en siete pecados capitales.
Esta entrega de Haz que valga la pena examina los siete pecados capitales y cómo los líderes pueden evitar que estos problemas saboteen sus vidas y sus ministerios. Incluye diez lecciones:
1. Los siete pecados capitales. Hay muchos retos y tentaciones en el ministerio, y los siete pecados capitales pueden causar estragos en los líderes. Estos pecados incluyen el orgullo, la envidia, la ira, la pereza, la avaricia, la gula y la lujuria.
2. El orgullo vs. la humildad. Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes. Contrarrestar el orgullo con la humildad requiere una postura de escucha, admitir el «no lo sé», utilizar el poder para servir a los demás y apreciar las opiniones sinceras.
3. El orgullo vs. la docilidad. La capacidad para aprender es el don que la humildad hace posible. El deseo de aprender y la voluntad de cambiar caracterizan a un espíritu que recibe la enseñanza con facilidad. Permanecer curioso, fácil de entrenar y corregible hace posible el aprendizaje.
4. La envidia vs. el contentamiento. La envidia crea una batalla constante de comparaciones. Para sustituir la envidia por el contentamiento, debemos establecer nuestra identidad en Cristo, adoptar una definición sana del éxito, practicar la gratitud diaria y aprender del éxito de los demás.
Hay muchos retos y tentaciones en el ministerio, y los siete pecados capitales pueden causar
estragos en los
líderes.
5. La ira vs. la paciencia. La ira aflora cuando no conseguimos lo que queremos, cuándo lo queremos y cámo lo queremos. La cura para la ira es la paciencia. Esta virtud espiritual hace espacio para las imperfecciones de los demás y contribuye a la paz y el entendimiento en las relaciones.
6. La pereza vs. la diligencia. Aunque el término «liderazgo perezoso» suena contradictorio, a menudo observamos que cuanto más éxito alcanza un líder, más propenso puede ser a disfrutar de ciertos privilegios. Las Escrituras nos aconsejan aprender de los errores del perezoso, aplicar nuestro corazón para entender y cultivar una vida de diligencia.
7. La pereza vs. la mayordomía. Los líderes ministeriales son responsables ante Dios de cómo administran su tiempo, talento, dinero e influencias. Un líder perezoso se queja de no tener suficiente, pero un líder sabio administra los recursos pensando en los intereses del Reino.
8. La avaricia vs. la generosidad. La avaricia es una ruina habitual de los líderes. Combatir la desviación hacia la avaricia requiere sistemas y barandillas que nos ayuden a administrar el dinero de forma responsable y ética. Y para mantener nuestro corazón puro, debemos practicar la generosidad.
9. La gula vs. la moderación. La gula es el apetito incontrolado por más de lo que necesitamos, normalmente hasta el punto de consumir en exceso. La cura para la gula es la moderación: equilibrar la fiesta con el ayuno, con normalidad en medio.
10. La lujuria vs. el amor. La lujuria busca la satisfacción egoísta aprovechándose de los demás. Pero el amor es paciente y bondadoso. Se alegra con la verdad, protege, confía, espera y persevera. Busca el bienestar de los demás.
Al comentar cada lección con su equipo, procure modelar la humildad, la disposición para ser enseñado, el contentamiento, la paciencia, la diligencia, la buena administración, la generosidad, la moderación y el amor.
Adaptado de la edición de otoño de 2023 de la revista Influence.
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