La crisis del cuidado adoptivo temporal estadounidense
El sistema no funciona, así que la Iglesia debe funcionar
Nunca olvidaré la noche que tuve que hacer una llamada telefónica a la línea de emergencia de abuso de menores después de descubrir que una jovencita en mi iglesia había sufrido abuso físico a manos de su padre. Mi corazón se acongojaba con cada pregunta que hacía la operadora.
«¿Hay drogas de por medio? ¿Hay armas en la casa? ¿Crees que ella corre peligro?»
Empecé a llorar mientras compartía lo que sabía.
Cuanto más procesaba la situación, más me indignaba. Estaba enojado con el padre, pero como pastor, también estaba enojado por no saber cómo ayudar a esta niña. Sentía impotencia.
La única capacitación que había recibido era para hacer una llamada telefónica. ¿Y luego qué? ¿No debería la Iglesia cuidar de la gente lastimada y traer sanidad a un mundo quebrantado? Después me di cuenta de que el Espíritu Santo estaba usando esas preguntas para llamar mi atención.
El 14 de septiembre de 2011, Dios llamó a nuestra familia para ser capellanes misioneros de cuidado de huérfanos en EE.UU. Mi esposa, Trisha, y yo ya teníamos tres hijos y uno en camino. No sabíamos por dónde empezar o qué hacer. Solo le dijimos que sí a Dios.
Ahora usamos lo que hemos aprendido para ayudar a los líderes de la iglesia a fomentar el cuidado adoptivo temporal, la adopción y los ministerios de apoyo.
El proceso
Hay cuatro fases fundamentales en el cuidado adoptivo temporal: la investigación, la extracción, la asignación y la permanencia. La investigación empieza cuando alguien sospecha que un niño es maltratado, abandonado o desatendido, y se pone en contacto con las autoridades locales o llama a la línea de emergencia de abuso de menores. La Agencia de Bienestar Infantil luego investiga la situación para determinar si se requiere de asistencia social o que se remueva al niño del hogar.
La extracción ocurre cuando la investigación confirma el maltrato, el abandono o la desatención. A la extracción, le sigue la próxima fase: la asignación. La prioridad es encontrar para el niño un lugar donde quedarse con parientes biológicos confiables. De lo contrario, los trabajadores sociales debe encontrar un hogar adoptivo temporal apropiado a largo plazo. Entre tanto, se valdrán de padres adoptivos con licencia que están preparados para las asignaciones de emergencia.
Aunque la asignación a los hogares adoptivos temporales es necesaria, en última instancia, el objetivo del cuidado adoptivo temporal es la reunificación. Cuando el niño entra en el sistema de cuidado adoptivo temporal, el equipo de bienestar infantil trabaja con la corte para proporcionar un plan para que la familia vuelva a tener a los niños en casa.
Ya sea a través de la reunificación o adopción, la permanencia es el objetivo final del proceso. Si no hay parientes biológicos aptos, el niño es asignado a una familia adoptiva no biológica.
Una vez, tuve en brazos a un bebé de salud frágil que estaba sufriendo de insuficiencia renal por descuido. Mi corazón se dolía por este niño inocente. Sabía que la situación también le partía el corazón a Dios.
Al principio, albergué enojo hacia los padres biológicos del bebé. No estaba seguro de que pudiera perdonarlos por lo que habían hecho. Sin embargo, Dios rectificó rápido mis pensamientos. Me recordó que su Hijo murió sobre la cruz por estas personas también.
El cuidado de niños en adopción temporal es una puerta abierta para compartir a Cristo con ellos y sus familias biológicas. Podemos demostrar el amor y la gracia de Dios aun en las circunstancias más difíciles. Es parte del ministerio de reconciliación al cual nos llama Dios (2 Corintios 5:17-21).
Ese bebé no pudo volver a su familia biológica. Sencillamente no había un hogar seguro para él entre sus parientes. Su plan de permanencia cambió al de adopción, y fue asignado a un hogar permanente afectuoso y cristiano. Me alegra informar que ahora tiene 8 años, y está sano y creciendo muy bien.
Encontrar hogares adoptivos para niños que no pueden volver
a sus familias biológicas es vital
para su estabilidad
a largo plazo.
El desafío
Desde que entré en este espacio, he oído historias de niños que fueron azotados con cables eléctricos, de un niño que fue metido a la fuerza en un secador de ropa como castigo, y un recién nacido que fue abandonado para morir en un basurero. Me di cuenta de que este tipo de trauma no solo ocurre en otros lugares. Está sucediendo en mi vecindario y en el tuyo. Hay historias desgarradoras en cada comunidad en todo Norteamérica.
Según Childhelp, que opera la Línea de Emergencia Nacional para el Abuso de Niños, cada 10 segundos se denuncia el abuso de un niño. Datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos indican que, en promedio, cuatro niños mueren a diario por maltrato en los Estados Unidos.
Con cientos de miles de niños que entran, salen o permanecen en el cuidado adoptivo temporal cada año, no hay suficientes hogares adoptivos para hacer frente a la demanda. Ahora mismo, hay niños por el país que están pasando la noche en oficinas de bienestar infantil o en habitaciones de hoteles con trabajadores sociales porque no hay otro lugar adonde puedan ir. En especial, es desafiante encontrar hogares para niños más grandes, adolescentes y grupos de hermanos.
Los niños que entran al cuidado adoptivo temporal necesitan de manera urgente estabilidad. Sin embargo, esa necesidad no siempre se cubre. Cuando los niños enfrentan traumas muy fuertes, ellos experimentan grandes emociones. Cuando las grandes emociones son difíciles de procesar, siguen a menudo los comportamientos problemáticos. Cuando los comportamientos problemáticos surgen en el hogar adoptivo, los niños a veces se tienen que mudar.
En algunos casos, el niño no se adapta bien al hogar adoptivo. En otros casos, tal vez no se le ha dado al niño una oportunidad razonable. Más allá de cuál sea la causa, nunca es beneficioso para un niño pasar de un hogar a otro. El resultado por lo general consiste en más traumas y más comportamientos negativos.
El cambio frecuente de cuidadores causa problemas de apego en algunos niños. Esto hace que sea difícil para ellos crear vínculos significativos y manejar las emociones. También puede ser desafiante para ellos buscar consuelo de manera efectiva. Los niños con inestabilidad prolongada con frecuencia se sienten inseguros, solos, irritados, tristes y enojados.
Trisha y yo experimentamos esto al principio con los niños que adoptamos. Antes de estar con nosotros, habían estado en muchos hogares por un período de seis años. Ha llevado tiempo construir la confianza y forjar una relación.
Pasaron varios meses antes de que una de las niñas que adoptamos nos aceptara como su mamá y papá. Al principio, no quería que la abrazáramos. Pero, con la ayuda de Dios, hemos visto una sanidad y un crecimiento tremendos.
Encontrar hogares adoptivos para niños que no pueden volver a sus familias biológicas es vital para su estabilidad a largo plazo. No es ideal para los niños permanecer por mucho tiempo en el limbo del cuidado adoptivo temporal. A nivel nacional, cada año 20.000 adolescentes salen del cuidado adoptivo temporal sin una familia permanente que consideren suya, según la Oficina de Niños de los Estados Unidos. ¿Por qué hay tantos atascados en el sistema de cuidado adoptivo temporal? Lamentablemente, las familias a menudo son reacias a adoptar a adolescentes. Por lo general, se debe al miedo.
Se entiende que los resultados sean deficientes para los jóvenes adultos que dejan el sistema a los 18 años sin comunidad ni apoyo familiar. Muchos llegarán a ser personas sin hogar. Otros serán encarcelados. Estos adolescentes también corren el riesgo de ser víctimas del tráfico sexual.
La oportunidad
Aunque este panorama parezca desolador, creo que el problema es solucionable si la Iglesia participa para llenar los huecos. Dios nos está llamando a hacer brillar la luz de Jesús en los lugares oscuros. ¿Cómo podemos desatender esta crisis en nuestros propios vecindarios?
Los niños en nuestras comunidades necesitan la Iglesia. En las palabras de Josh Shipp, un antiguo hijo adoptivo que ahora es autor y defensor de jóvenes: «Siempre que haya un adulto solidario en la vida de un niño, habrá una historia exitosa en potencia».
Eric Porter es el fundador y CEO de Backyard Orphans en Midlothian, Texas.
Este artículo aparece en la invierno 2022 de la revista Influence.
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