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 the shape of leadership

Liderar con el fruto del Espíritu

Un estudio de 10 semanas para equipos de liderazgo

Stephen Blandino on July 26, 2022

Mientras que los ministerios de discipulado a menudo enfatizan el fruto del Espíritu, es fácil olvidar que esta enseñanza también se aplica a los líderes.

Nuestra cultura tiende a asociar el liderazgo con la actividad, la audacia, la agresividad y la asertividad. Cuando la gente piensa en los líderes, es posible que palabras como «amor», «alegría» y «tolerancia» no vengan inmediatamente a la mente.

Algunos podrían incluso considerar una debilidad que los líderes muestren rasgos como la amabilidad, la bondad, la fidelidad y la gentileza. Por supuesto, eso no es lo que enseñan las Escrituras.

Cuando los líderes abrazan, cultivan y modelan el fruto del Espíritu, comienzan a liderar como Jesús, el mayor líder que el mundo ha conocido.

Esta lección de Haz que valga la pena trata sobre cómo parecerse más a Cristo. Las siguientes 10 lecciones exploran el fruto del Espíritu desde una perspectiva de liderazgo:

1. El liderazgo y el fruto del Espíritu. Los líderes no pueden elegir solo lo que les conviene cuando se trata del fruto del Espíritu. Necesitan los nueve rasgos de carácter, cultivados a través de la comunión habitual con el Espíritu Santo.

2. Liderar con amor. El ministerio tiene que ver con las personas. Como señala el autor Jon Tyson, los líderes deben hacer la elección de amar al escuchar, observar, valorar, animar y responder a los demás.

3. Liderar con alegría. La alegría no es un sentimiento que dependa de circunstancias externas. Es una elección que podemos hacer cuando practicamos la gratitud, cultivamos perspectivas saludables y buscamos personas positivas.

Cuando los líderes abrazan, cultivan y modelan el fruto del Espíritu, comienzan a liderar como Jesús, el mayor líder que el mundo ha conocido.

4. Liderar con paz. Este tipo de liderazgo debe provenir de una posición de paz y una postura de paz. Encontramos un lugar de paz al pasar tiempo con Dios. Una postura de paz nos impide arrasar con las personas que lideramos.

5. Liderar con paciencia. La paciencia puede chocar con el deseo de progreso. Sin embargo, la paciencia es la clave para la formación espiritual, la mejora de las relaciones y una mayor aceptación de la visión.

6. Liderar con gentileza. Los líderes gentiles son más que «amables». Expresan su bondad ya que evitan juzgar a los que dirigen y brindando compasión a las personas que les rodean.

7. Liderar con bondad. La bondad denota tanto la benevolencia como la rectitud de corazón. En otras palabras, cuando lideramos con bondad, elegimos ser buenos y hacer el bien.

8. Liderar con fidelidad. A menudo equiparamos la fidelidad con la presencia. Sin embargo, la fidelidad bíblica es mucho más profunda. Cuando lideramos con fidelidad, modelamos la lealtad a Dios, la sabia administración de los recursos del reino y la consistencia en nuestro compromiso.

9. Liderar con humildad. Este rasgo puede parecer débil, pero la humildad requiere fortaleza de carácter. Implica la sumisión de nuestra voluntad a Dios y una postura de humildad ante Él.

10. Liderar con control propio. La capacidad de controlar nuestros propios apetitos es esencial para un liderazgo eficaz. Sin control propio, tomaremos decisiones precipitadas, nos involucraremos en actividades poco saludables y trataremos a las personas con falta de respeto.

A medida que discutas y aplique cada lección con tu equipo, tu liderazgo comenzará a parecerse más al de Cristo. Y puede que notes una diferencia en tus relaciones de trabajo.

 

Adaptado de el verano 2022 de la revista Influence.

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