Cada líder es responsable de formar equipos. En las iglesias locales, estos grupos de voluntarios a menudo se denominan “equipos de ensueño” (del inglés “dream teams”) porque ayudan a las iglesias a cumplir la visión de alcanzar y discipular a las personas.

No importa cómo los llame, encontrar, equipar y empoderar a los voluntarios es un desafío continuo para los líderes. Esta entrega de Haz que valga la pena examina 10 claves para encontrar, equipar y empoderar equipos de voluntarios saludables. Las lecciones incluyen lo siguiente:

1. Construir. La formación de un equipo empieza por tener claras las funciones, cualificaciones y responsabilidades. Sin estos detalles, no sabrá lo que necesita ni a quién contratar.

2. Reclutar. La mayoría de los líderes eclesiásticos comparten la necesidad común de contar con más voluntarios. La cuestión es cómo encontrarlos. El reclutamiento requiere un compromiso con la oración, el establecimiento de una visión, la creación de un sistema y la comunicación rápida de los pasos a seguir.

3. Alinear. A veces, un voluntario quiere servir, pero no está seguro de qué función le conviene. Alinear a los voluntarios con las funciones adecuadas comienza con la evaluación de sus personalidades, dones y pasiones.

4. Incorporar. Un proceso de incorporación bien diseñado es crucial para el desarrollo del voluntariado. Esto incluye comunicar la visión y los valores del equipo, impartir los conocimientos específicos de cada función, proporcionar formación y ofrecer oportunidades para que “hagan sombra”: que acompañen a otros con mayor experiencia mientras aprenden.

5. Equipar. Para que los voluntarios tengan éxito, debemos dotarles de los recursos adecuados. Por lo general, estos recursos implican herramientas para realizar el trabajo y un presupuesto para cumplir la misión.

6. Entrenar. Incluso los voluntarios más veteranos necesitan formación continua. Las reuniones de equipo, los encuentros y las oportunidades de formación son formas de invertir en su éxito a largo plazo.

7. Orientar. El entrenamiento se realiza en equipo, pero el asesoramiento suele ser individual. Sigue el modelo bíblico de modelar, motivar, orientar y multiplicar.

8. Promover. A medida que los voluntarios adquieren destreza en sus funciones ministeriales, pueden mostrar capacidad para asumir mayores responsabilidades. Los buenos líderes promueven a los miembros fieles del equipo con mayores niveles de responsabilidad y oportunidad.

9. Apreciar. Los voluntarios no tienen por qué aportar lo que hacen. Los líderes deben honrar y apreciar a aquellos que ofrecen voluntariamente su tiempo y talento en el ministerio. El agradecimiento es mejor cuando es personal, público y práctico.

10. Comprometer. Una cosa es captar voluntarios y otra mantenerlos plenamente comprometidos. Por lo tanto, los líderes deben identificar y aplicar estrategias para mejorar la salud general y el compromiso del equipo.

Mientras lee y debate cada lección, descubrirá las claves para construir un equipo de voluntarios sano y unido en torno a una visión para el futuro.

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Adaptado de la edición de invierno de 2024 de la revista Influence.